"No me ha dado tiempo ni a sentarme en el despacho", asegura la flamante ministra de Sanidad al iniciar la conversación telefónica con LA NUEVA ESPAÑA. La médica asturiana María Luisa Carcedo Roces (Santa Bárbara, San Martín del Rey Aurelio, 1953) asume uno de las carteras más nucleares del Gobierno de España. Un cargo cuya complejidad se multiplica a causa de la descentralización -casi atomización- autonómica de la gestión. Hasta este pasado martes, era la Alta Comisionada del Gobierno para la lucha contra la Pobreza Infantil, pero la dimisión de Carmen Montón, acosada por las irregularidades de un máster universitario, llevó a Pedro Sánchez a pensar en uno de sus apoyos más firmes.

Licenciada en Medicina por la Universidad de Oviedo, María Luisa Carcedo es también diplomada en Medicina de Empresa por la Escuela Nacional de Medicina del Trabajo. En su trayectoria sanitaria, ejerció como médica de atención primaria en Sotrondio y en el centro de salud del Natahoyo, de Gijón. Entre 1984 y 1991, se dedicó a la gestión, primero como directora del área sanitaria de Langreo y, posteriormente, como directora general de Salud Pública del Principado.

- Los retos en sanidad siempre son abundantes. ¿Cuáles destacaría usted?

-En primer lugar, recuperar los derechos que se perdieron por los recortes que aplicó el PP. El fundamental, que es la universalización del derecho a una sanidad pública, ya está en una fase avanzada de tramitación parlamentaria como proyecto de ley. Un desafío importantísimo es desarrollar la Ley de Salud Pública, que se aprobó en 2011 y que no ha sido desarrollada en absoluto. Y es absolutamente prioritario combatir las desigualdades en materia de salud.

- Usted fue directora regional de Salud Pública del Principado, y está sensibilizada con cuestiones de fondo, como el rechazo a las vacunas, que parece estar ganando partidarios.

-Es muy importante llevar a cabo campañas de concienciación social sobre la eficacia de las vacunas para combatir algunas enfermedades, sobre todo en la infancia. Las vacunas han representado un avance formidable y no puede haber retrocesos.

- Su antecesora se mostró muy tajante contra algunos tipos de terapia alternativa.

-Tajante quizá, pero sobre todo fue muy precisa. Hay que desterrar las falsas creencias entre la ciudadanía. En el ámbito de la salud tiene que imperar la evidencia científica. Es necesario difundir la perspectiva científica para que la sociedad no se deje embaucar por los mensajes falsos. Aquí se impone un criterio muy claro: debemos incorporar todo aquello que demuestre eficacia terapéutica. Ésa es la frontera.

- En concreto, Carmen Montón era muy crítica con la homeopatía.

-Lo mismo: eficacia terapéutica, evidencia científica. Si un producto tiene una eficacia contrastada, será utilizable. Y si, por el contrario, no demuestra ninguna aportación a la salud, no merecerá la consideración de medicamento.

- Las listas de espera reducen la efectividad del sistema sanitario público. ¿Tiene algún proyecto al respecto?

-Las listas de espera son un problema de accesibilidad. Hay que intentar resolverlo organizando mejor los servicios.

- Los consejeros de Sanidad, empezando por el de Asturias, reclaman más dinero para acortar las demoras.

-El dinero de la sanidad forma parte de la financiación autonómica, y depende de la aprobación de los Presupuestos y del techo de gasto. Si se da este paso, será posible incrementar las partidas destinadas a servicios básicos.

- Carmen Montón fue muy rotunda en su oposición a la regulación de los vientres de alquiler.

-Es una práctica que en España está prohibida. Ahora toca poner el acento en los convenios internacionales. Tiene que haber una regulación similar a la del tráfico de órganos, a nivel internacional.

- Ya está en marcha la tramitación parlamentaria de la eutanasia.

-Sí, y también la de los cuidados paliativos. Son dos leyes complementarias.

- El consejero de Sanidad del Principado se ha quejado ante el Ministerio de Sanidad de la escasez de médicos, pero no le han hecho mucho caso. ¿Se lo hará usted?

-La falta de médicos es un problema del conjunto del país. No es una situación aislada. Hay que sentarse a analizar la evolución de las plantillas, las edades, las necesidades de los distintos servicios. Pero cualquier medida requiere alcanzar acuerdos con las universidades, o sea, con el Ministerio de Educación, en función de los escenarios previstos para los próximos años. Hay que tener en cuenta que buena parte de las plantillas se incorporaron cuando se puso en marcha el Sistema Nacional de Salud, y ahora están llegando a la edad de jubilación. Es una cuestión que requiere ser estudiada detenidamente.

- ¿Es partidaria de dar más competencias al personal de enfermería?

-Todos los colectivos profesionales del Sistema Nacional de Salud están desarrollando un papel imprescindible. Hay que aprovechar al máximo las capacidades y la formación que tienen.

- ¿Se lleva bien con el consejero de Sanidad del Principado?

-Por supuesto, tenemos muy buena relación.

- ¿Teme que su mandato al frente del Ministerio sea muy corto?

-No. La vida sigue. Habrá más legislaturas.

- ¿Recurrirá a gente de Asturias para configurar su equipo?

-Es muy prematuro. No me ha dado tiempo ni a sentarme en el despacho.

- La tesis doctoral de Pedro Sánchez está dando mucho que hablar...

-No hay caso. Podrán decir lo que quieran, pero no hay caso. Está todo perfectamente explicado. El presidente ha dicho lo que hay que decir y me parece absurdo montar una polémica en torno a algo que no existe.