Pablo Casado ha iniciado un proceso de renovación de candidatos a las elecciones de mayo. Es el primer gran movimiento interno en el partido tras la carrera para sustituir a Mariano Rajoy como líder de la formación. De ello habla en esta entrevista realizada a través de un cuestionario tras su reciente visita a Oviedo.
- ¿Qué ha decidido que Teresa Mallada sea la candidata al Principado en lugar de la presidenta del PP regional, Mercedes Fernández?
-Dar un nuevo impulso a la alternativa del PP en el Principado. Mercedes ha traído el barco hasta aquí de manera brillante, pero ahora necesitamos nuevos bríos para una nueva etapa.
-¿Puede dar algún detalle más de las encuestas que ha manejado el PP? ¿Cuántos escaños le atribuye al PP y con qué cabezas de lista?
-Lo importante es el proyecto. Las expectativas son buenas, pero lo trascendental es que nos estamos jugando el futuro del país en el nuevo tiempo electoral que viene: ni las locales ni las autonómicas ni las europeas ni las nacionales son unas elecciones normales. Nos jugamos el modelo actual y el futuro de España.
-¿La nominación autonómica supone la desaprobación de la nueva dirección nacional a Mercedes Fernández?
-No. Significa darle un nuevo impulso a nuestro proyecto.
-La presidenta regional había ganado un congreso, hace año y medio, con gran autoridad en la primera vuelta. ¿La nominación supone una enmienda de totalidad al nuevo modelo de partido que apuesta por las primarias abiertas y que le han llevado a usted a la presidencia del partido?
-No. Yo logré la presidencia en las primeras elecciones abiertas dentro del PP a nivel nacional. Es un buen sistema que tiene vocación de permanencia.
-¿Qué le parece el cuestionamiento que algunos dirigentes del PP en Asturias hacen de las formas de la dirección nacional en este relevo?
-En el PP se pueden expresar todas las opiniones, siempre que haya respeto. Lo que quiero dejar claro es que las decisiones se toman con el objetivo de servir al interés general, que en este caso es el del proyecto del partido como instrumento para servir a la sociedad asturiana y a la sociedad española.
-Mercedes Fernández consideraba que la expresidenta de Hunosa no era la candidata idónea. La decisión pese a ella ¿no supone en cierto modo una desautorización?
-Insisto. La labor de Mercedes ha sido buena. Ahora toca un nuevo impulso. En ello nos volcaremos.
-¿Esta nueva bicefalia en el PP asturiano (presidenta regional/candidata autonómica) entraña una situación de riesgo para la pacificación de la organización?
-En el proyecto del PP nadie sobra. Todos cuentan. Asturias y España necesitan del proyecto del PP ya.
-¿Respetará a los candidatos locales propuestos por Mercedes Fernández en varios concejos o tendrá voz sobre eso también Teresa Mallada?
-Los decidirá el partido a nivel regional, conforme a sus estatutos.
-¿En sus planes está que se celebre un congreso en Asturias tras las autonómicas?
-Seguirá el calendario previsto. Mercedes ha hecho un buen trabajo, y seguirá haciéndolo al frente del partido durante el periodo electoral.
-¿Es cierta su amistad con Francisco Álvarez-Cascos?
-A Francisco Álvarez-Cascos le conozco desde hace mucho tiempo. Fue una persona muy importante en el Partido Popular y en el Gobierno de España. Los planes de infraestructuras modernos se los debemos en gran medida a él.
-¿Influye esa relación en su interés en negociar una lista conjunta con Foro en Asturias? ¿Y en algunos concejos?
-No.
-¿Quién asumiría esa negociación sobre alianzas electorales? ¿La presidenta, la candidata o la dirección nacional?
-No hay hipótesis. Hay sólo realidades.
-¿Es el acuerdo andaluz el modelo exportable para Asturias, llegado el caso?
-Sí, sin duda. Lo que hemos demostrado en Andalucía es que los acuerdos son posibles, que hay suficiente base para compartir un proyecto de centro-derecha liberal que signifique cambio y nuevas políticas: menos impuestos, más empleo, etcétera. Todo eso es también lo que Asturias necesita y podemos lograrlo si hay liderazgo del PP.
-¿Está al frente del PP más escorado a la derecha desde su fundación?
-No, en absoluto. Fui elegido presidente del PP con un mandato de reconstruir y fortalecer lo que nos da sentido como partido político: las ideas en las que creemos, los principios en los que nos basamos, los valores que queremos transmitir a la sociedad española. Somos un proyecto liberal que tiene mucho que hacer para que tengamos más libertad y más España. Lo cual tiene, históricamente, muchas raíces asturianas: Jovellanos, Argüelles, Flórez-Estrada, etcétera.
-¿La crisis con las instituciones catalanas está marcando la polarización de la política nacional?
-Lo que existe es una serie de políticos que se han situado al margen de la ley, han dado un golpe de Estado y están encarcelados, huidos y pendientes de juicio. Y otros que quieren continuar por este camino situándose permanentemente en el borde de la ley, amenazando la convivencia, violando la Constitución y no gobernando para la mayoría, sino para los independentistas y azuzando a los violentos. Lo que a mí me importa son los millones de personas que no encuentran defensa en esta situación. Por esto hay que retomar el control y la presencia del Estado a través de la aplicación del artículo 155, con toda la intensidad necesaria.
-¿La convocatoria de unas elecciones generales sería una solución o tan sólo un paréntesis que dejaría todo parecido?
-Cuanto antes se convoquen elecciones, menos daño hará Pedro Sánchez y antes un Ejecutivo votado por la mayoría de los españoles gobernará España.
