El presidente de la Generalitat, Joaquim Torra, comparó ayer el fusilamiento de el expresidente catalán Lluís Companys por el franquismo hace 79 años con el momento que viven los líderes secesionistas condenados por el Supremo. Como entonces, Cataluña "vive una hora grave" por la "represión" que supone la sentencia del "procés", dijo Torra durante la ofrenda floral ante la tumba de Companys, en la que estuvo acompañado por el vicepresidente Aragonés, ambos a la izquierda de la foto. El jefe del Ejecutivo catalán se comprometió a no "desfallecer nunca". "Lo volveremos a hacer, porque hacer un referéndum no es un delito", afirmó.