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De la tensión a la aparente normalidad

Los asturianos que viajaron desde El Prat a la región afirman que por la mañana "estaba todo muy tranquilo, nada que ver con el día anterior"

Matías Martín y Dayana Echegaray tras aterrizar en Asturias. M. VILLAMUZA

Después de la tormenta, llegó la calma. Así lo percibieron los pasajeros que llegaron ayer a la región tras su salida desde el aeropuerto de El Prat, en donde vivieron en primera persona la relativa normalidad que se respiraba en la ciudad condal. Salvo la cancelación del vuelo programado inicialmente a las 8 de la mañana, tan solo hubo que lamentar algunos retrasos en los horarios, como el de treinta y cinco minutos que vivieron los pasajeros del vuelo VLG1579, que aterrizó en Asturias a las 14:48 horas.

En él llegaron, por ejemplo, Lolo Rivas y su mujer Laura Benito junto a sus padres y la pequeña Aitana, que acudieron a una boda en la ciudad condal. "Llegamos al aeropuerto a las seis de la mañana -el vuelo estaba programado para las 12.50 horas- para evitar problemas porque el día anterior lo vivimos con preocupación", reflejaba Laura Benito, que aplaudía la resolución de los acontecimientos ya que "afortunadamente salió todo relativamente bien, solo hubo un leve retraso, el resto estuvo muy tranquilo". Eso sí, optaron por ser previsores ante la posibilidad de encontrarse con algún corte en las carreteras, como habían visto el día anterior a través de las cadenas de televisión.

Durante la espera en el aeropuerto asturiano se palpaba un punto de nerviosismo por conocer la vivencia de sus seres queridos. Era la primera pregunta que los acompañantes lanzaban al aire a sus familiares, amigos o pareja. "¿Vaya revuelo no?", se escuchaba en el pasillo junto a la puerta de llegadas. Todos coincidieron en un mismo sentimiento de preocupación ya que las imágenes que vistas por la televisión les metió de lleno en una burbuja de incertidumbre que se rompió nada más visualizar la tranquilidad que se respiraba en su llegada a El Prat, donde apenas unas horas antes, las protestas y cargas policiales fueron protagonistas tras conocer la sentencia del "procés".

Los socorristas Matías Martín y Dayana Echegaray, que se encontraban trabajando en Sitges, también tuvieron la misma visión y se dieron cuenta en El Prat de que "mucha gente había pasado la noche durmiendo allí porque los vuelos se habían cancelado". Uno de los afectados por la cancelación del primer vuelo de la mañana entre Barcelona y Asturias, que debía de despegar a las 8 horas, fue Kevin Cuadriello. El joven, que se desplazó a Asturias por motivos laborales, tuvo que aguardar en el aeropuerto catalán la demora hasta poder coger el vuelo que le trasladó a Asturias. "El lunes hubo mucho revuelo en toda la ciudad y en especial en varios puntos como en el aeropuerto, pero hoy (por ayer) parecía que ya había pasado todo, estaba todo muy tranquilo, nada que ver con el día", aseguró.

Fue esa una situación que también vivieron Natali Díaz y Steven Pérez, que optaron por ser previsores anticipando varias horas su llegada al aeropuerto barcelonés ya que "madrugamos un poco más de lo normal, estábamos preocupados por saber si iba a haber problemas con el vuelo, pero nos encontramos con mucha normalidad", aseguran.

"Más rápido que nunca"

Fue la tónica habitual entre los pasajeros llegados a Asturias e incluso una de las recién llegadas al aeropuerto aseguró a su vez que "es la vez que más rápido llegué en coche a El Prat, estaba tensa por la situación, pero había bastante policía y todo estaba muy tranquilo", aseguró. Fue un desplazamiento que quedará en la memoria de los asturianos desplazados y que ayer retornaron a la región. Lo hicieron tras vivir con incertidumbre los acontecimientos desde un segundo plano, ya que tras la tempestad vivida al conocer la sentencia del "procés" llegó la apreciada calma, al menos por el momento en el aeropuerto catalán.

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