Atentos al mensaje de este intensivista. Se lo ha pedido uno de sus pacientes. Justo antes de sedarlo le dijo que lamentaba no haberse vacunado. Su motivo, es que tenía miedo a los efectos secundarios. Y como él , en la UCI de ese Hospital, el Insular de Gran Canaria hay 10 enfermos más no vacunados. En el Vall d'Hebron de Barcelona, se repite la misma tendencia. Aquí 3 de cada 4 pacientes críticos no se han querido administrar ninguna dosis, los más graves tienen entre 40 y 60 años. El miedo debido a la influencia de los negacioncitas hace que muchos se debatan entre la vida y la muerte, el 83% de los que acaban allí lo habrían evitado con un simple pinchazo.