La revolución está en marcha. Tanto las ciudades como la industria del automóvil ya se han puesto las pilas para un cambio sin precedentes en la movilidad urbana. Llegó el momento de la movilidad compartida, inteligente y eléctrica. La aplicación de las nuevas tecnologías al sector automovilístico está permitiendo el desarrollo de los primeros modelos de "coches conectados".

En Sevilla, el HUB de Movilidad Conectada, busca e impulsa ideas innovadoras en este campo, para así "encontrar una forma de movernos más eficiente, más rápida, más económica y más sostenible para el medio ambiente", como afirma Ana García Benítez, responsable de Comunicación y Comunidades del HUB.

¿Qué es y qué objetivos tiene el HUB de Movilidad Conectada?

El HUB de Movilidad Conectada es un actor que busca ayudar a acelerar el cambio hacia una movilidad más sostenible poniendo en valor la innovación que realizan las startup en este sector. No somos una aceleradora al uso, sino un canal de aceleración que aporta los recursos especializados necesarios para apoyar a estas startup en todas las etapas. Lo hacemos a través del desarrollo de programas de Open Innovation y búsqueda activa de financiación para las más de 60 startups que trabajan actualmente con nosotros.

Entre las startups con las que trabajamos desde sus inicios podemos destacar proyectos como el de logística de última milla, Mission Box, o el servicio de movilidad compartida en entornos rurales, Local Terminal o la startup de Xesol Innovation, que desarrolla tecnología de visión artificial para vehículos autónomos.

¿Qué es el vehículo conectado?

El vehículo conectado es todo aquel que genera datos y es capaz de conectarse tanto con el conductor, como con otros vehículos que circulan a su alrededor, como con la infraestructura que le rodea (semáforos, por ejemplo). El desarrollo tecnológico está experimentando una escalada muy grande en el sector y se calcula que en 2020 el 50% de los vehículos en el mundo sean conectados.

¿Cuál es su situación actual y futura en España?

La llegada del 5G supondrá un gran impulso y, además, tenemos también proyectos que están trabajando en comunicaciones entre vehículos (conocido como V2V) y las infraestructuras (V2I) mediante redes wifi de corto alcance, y al mismo tiempo vemos como los sistemas operativos y plataformas embarcadas avanzan rápidamente para poder gestionar de forma eficiente toda esta información. Pero es cierto que de nada sirve la tecnología si las administraciones no avanzan en paralelo. En nuestro país, la DGT es uno de los organismos que está progresando más rápido a nivel europeo desde el punto de vista regulatorio. Además, tenemos una ventaja y es que la normativa española no impide expresamente la circulación de los vehículos autónomos, por ejemplo, lo que permite que se avance en este terreno y España pueda ser un lugar de pruebas. Por ejemplo, ya hay un corredor en el norte que permite hacer pruebas de funciones conectividad y autónomos y participamos en proyectos como el Concorda o el proyecto Autopilot.

¿El vehículo de toda la vida está obsoleto? ¿Por qué?

Por supuesto. El coche fue el mayor invento del siglo XX pero hoy día es un elemento totalmente ineficiente. Un coche privado se utiliza de media tan solo el 4% de su vida útil, el 96% restante está parado. Eso no tiene sentido. Por no mencionar el grave problema de contaminación que sufrimos en las ciudades así como la gran cantidad de accidentes que se registran a diario (se calcula que 3,500 personas fallecen cada día en el mundo en relación con accidentes de tránsito)

¿Qué beneficios se derivan del uso del vehículo conectado y cómo afectará a nuestra conducción?

La forma en la que nos movemos debe cambiar de forma radical y el coche conectado responde a muchas de esas cuestiones de la mano de otras tendencias que evolucionan de forma paralela, como es el coche autónomo con ADAS (sistema avanzado de asistencia al conductor), el coche eléctrico y la movilidad compartida. Cada vez la tecnología permite que nuestros trayectos sean más seguros y eficientes y estamos más abiertos a utilizar otras opciones de movilidad que se alejan del tradicional uso del vehículo privado como son el carsharing, motosharing o el bikesharing. Al final, la movilidad debe ser un servicio, donde paguemos por uso y donde podamos escoger el medio de transporte que más se adapte al momento y a la necesidad sin depender exclusivamente de nuestro coche. Este es el usuario multimodal hacia el que evolucionan las ciudades.

En el mercado español hay una tradicional preferencia por el vehículo en propiedad, ¿Cambiará el vehículo conectado esta tendencia?

Ya lo está haciendo. En un informe recientemente publicado por la escuela ISDI que estudiaba los hábitos de transporte en Madrid y Barcelona se destapaba un dato revelador: el 35% de los ciudadanos contrata los nuevos servicios digitales de movilidad urbana. En estas ciudades cada vez se utilizan más servicios digitales como Cabify, Uber, Car2go, MyTaxi o Cooltra. Y esto irá a más, porque el ciudadano cada vez más exige servicios de transporte que le permitan flexibilidad y mucha libertad de movimiento, y eso el coche privado no te lo ofrece en muchas ocasiones.

Dicen que para 2030 será común ver vehículos totalmente autónomos circulando por las calles ¿Será así?

La evolución natural del coche conectado es el coche autónomo, donde el vehículo no solo es capaz de emitir y recibir información de lo que le rodea, sino que es capaz de interpretarla y actuar en consecuencia. Aún queda mucho por avanzar. Hay quienes son más optimistas y creen que llegará en pocos años y quienes son más conservadores en este sentido. Yo creo que en entornos controlados como aeropuertos, parkings, centros comerciales, o autopistas los veremos en relativamente poco tiempo. Las ciudades suponen un entorno mucho más complejo y por tanto se necesitará más tiempo de aprendizaje.

En marzo moría el primer peatón atropellado por un coche autónomo, ¿cómo creen que podría afectar este suceso a la adopción del coche autónomo?

Sabíamos que esto podía ocurrir. La tecnología no es perfecta y está en proceso de aprendizaje. Es cierto que este hecho fue muy desafortunado y hay que seguir trabajando para acercarnos a la mayor seguridad posible. La tecnología actual de mantenimiento de carril (no hace falta que nos vayamos al vehículo autónomo) ya previene el 11% de accidentes, según un estudio realizado en Estados Unidos. Es decir, ya estamos experimentando las ventajas de tener coches más inteligentes.

¿Llegará un momento en que no haga falta sacarse el carnet de conducir?

Probablemente sí. Quizás en un futuro más lejano conducir de forma manual será un hobby como lo puede ser hoy día montar a caballo. Antes el caballo era el medio de transporte y aprender a montar era una necesidad, hoy es una afición. ¿Quién dice que conducir no se convierta en algo similar y que existan espacios especialmente adaptados para ello? A nadie le gusta conducir en un atasco o pasarse interminables minutos buscando aparcamiento.