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Juan Plaza
Ver galería >Cerca de 400 personas se concentraron en la Plaza Mayor de Gijón, con velas y aplausos: “Somos el grito de las que ya nos están”. Familias con niños, adultos y jóvenes se unieron para mostrar su repulsa a la violencia vicaria. “Hoy todas somos un fruto de dolor y rabia. La crueldad de la violencia machista nos golpea y nos arranca un pedazo de nuestro ser”, leyó una de las mujeres que tomaron la palabra durante la lectura de un manifiesto de condena.
Cerca de 400 personas se concentraron en la Plaza Mayor de Gijón, con velas y aplausos: “Somos el grito de las que ya nos están”. Familias con niños, adultos y jóvenes se unieron para mostrar su repulsa a la violencia vicaria. “Hoy todas somos un fruto de dolor y rabia. La crueldad de la violencia machista nos golpea y nos arranca un pedazo de nuestro ser”, leyó una de las mujeres que tomaron la palabra durante la lectura de un manifiesto de condena.
Cerca de 400 personas se concentraron en la Plaza Mayor de Gijón, con velas y aplausos: “Somos el grito de las que ya nos están”. Familias con niños, adultos y jóvenes se unieron para mostrar su repulsa a la violencia vicaria. “Hoy todas somos un fruto de dolor y rabia. La crueldad de la violencia machista nos golpea y nos arranca un pedazo de nuestro ser”, leyó una de las mujeres que tomaron la palabra durante la lectura de un manifiesto de condena.
Cerca de 400 personas se concentraron en la Plaza Mayor de Gijón, con velas y aplausos: “Somos el grito de las que ya nos están”. Familias con niños, adultos y jóvenes se unieron para mostrar su repulsa a la violencia vicaria. “Hoy todas somos un fruto de dolor y rabia. La crueldad de la violencia machista nos golpea y nos arranca un pedazo de nuestro ser”, leyó una de las mujeres que tomaron la palabra durante la lectura de un manifiesto de condena.
Cerca de 400 personas se concentraron en la Plaza Mayor de Gijón, con velas y aplausos: “Somos el grito de las que ya nos están”. Familias con niños, adultos y jóvenes se unieron para mostrar su repulsa a la violencia vicaria. “Hoy todas somos un fruto de dolor y rabia. La crueldad de la violencia machista nos golpea y nos arranca un pedazo de nuestro ser”, leyó una de las mujeres que tomaron la palabra durante la lectura de un manifiesto de condena.
Cerca de 400 personas se concentraron en la Plaza Mayor de Gijón, con velas y aplausos: “Somos el grito de las que ya nos están”. Familias con niños, adultos y jóvenes se unieron para mostrar su repulsa a la violencia vicaria. “Hoy todas somos un fruto de dolor y rabia. La crueldad de la violencia machista nos golpea y nos arranca un pedazo de nuestro ser”, leyó una de las mujeres que tomaron la palabra durante la lectura de un manifiesto de condena.
Cerca de 400 personas se concentraron en la Plaza Mayor de Gijón, con velas y aplausos: “Somos el grito de las que ya nos están”. Familias con niños, adultos y jóvenes se unieron para mostrar su repulsa a la violencia vicaria. “Hoy todas somos un fruto de dolor y rabia. La crueldad de la violencia machista nos golpea y nos arranca un pedazo de nuestro ser”, leyó una de las mujeres que tomaron la palabra durante la lectura de un manifiesto de condena.
Cerca de 400 personas se concentraron en la Plaza Mayor de Gijón, con velas y aplausos: “Somos el grito de las que ya nos están”. Familias con niños, adultos y jóvenes se unieron para mostrar su repulsa a la violencia vicaria. “Hoy todas somos un fruto de dolor y rabia. La crueldad de la violencia machista nos golpea y nos arranca un pedazo de nuestro ser”, leyó una de las mujeres que tomaron la palabra durante la lectura de un manifiesto de condena.
Cerca de 400 personas se concentraron en la Plaza Mayor de Gijón, con velas y aplausos: “Somos el grito de las que ya nos están”. Familias con niños, adultos y jóvenes se unieron para mostrar su repulsa a la violencia vicaria. “Hoy todas somos un fruto de dolor y rabia. La crueldad de la violencia machista nos golpea y nos arranca un pedazo de nuestro ser”, leyó una de las mujeres que tomaron la palabra durante la lectura de un manifiesto de condena.
Cerca de 400 personas se concentraron en la Plaza Mayor de Gijón, con velas y aplausos: “Somos el grito de las que ya nos están”. Familias con niños, adultos y jóvenes se unieron para mostrar su repulsa a la violencia vicaria. “Hoy todas somos un fruto de dolor y rabia. La crueldad de la violencia machista nos golpea y nos arranca un pedazo de nuestro ser”, leyó una de las mujeres que tomaron la palabra durante la lectura de un manifiesto de condena.
Cerca de 400 personas se concentraron en la Plaza Mayor de Gijón, con velas y aplausos: “Somos el grito de las que ya nos están”. Familias con niños, adultos y jóvenes se unieron para mostrar su repulsa a la violencia vicaria. “Hoy todas somos un fruto de dolor y rabia. La crueldad de la violencia machista nos golpea y nos arranca un pedazo de nuestro ser”, leyó una de las mujeres que tomaron la palabra durante la lectura de un manifiesto de condena.
Cerca de 400 personas se concentraron en la Plaza Mayor de Gijón, con velas y aplausos: “Somos el grito de las que ya nos están”. Familias con niños, adultos y jóvenes se unieron para mostrar su repulsa a la violencia vicaria. “Hoy todas somos un fruto de dolor y rabia. La crueldad de la violencia machista nos golpea y nos arranca un pedazo de nuestro ser”, leyó una de las mujeres que tomaron la palabra durante la lectura de un manifiesto de condena.
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Cerca de 400 personas se concentraron en la Plaza Mayor de Gijón, con velas y aplausos: “Somos el grito de las que ya nos están”. Familias con niños, adultos y jóvenes se unieron para mostrar su repulsa a la violencia vicaria. “Hoy todas somos un fruto de dolor y rabia. La crueldad de la violencia machista nos golpea y nos arranca un pedazo de nuestro ser”, leyó una de las mujeres que tomaron la palabra durante la lectura de un manifiesto de condena.
Cerca de 400 personas se concentraron en la Plaza Mayor de Gijón, con velas y aplausos: “Somos el grito de las que ya nos están”. Familias con niños, adultos y jóvenes se unieron para mostrar su repulsa a la violencia vicaria. “Hoy todas somos un fruto de dolor y rabia. La crueldad de la violencia machista nos golpea y nos arranca un pedazo de nuestro ser”, leyó una de las mujeres que tomaron la palabra durante la lectura de un manifiesto de condena.
Cerca de 400 personas se concentraron en la Plaza Mayor de Gijón, con velas y aplausos: “Somos el grito de las que ya nos están”. Familias con niños, adultos y jóvenes se unieron para mostrar su repulsa a la violencia vicaria. “Hoy todas somos un fruto de dolor y rabia. La crueldad de la violencia machista nos golpea y nos arranca un pedazo de nuestro ser”, leyó una de las mujeres que tomaron la palabra durante la lectura de un manifiesto de condena.
Cerca de 400 personas se concentraron en la Plaza Mayor de Gijón, con velas y aplausos: “Somos el grito de las que ya nos están”. Familias con niños, adultos y jóvenes se unieron para mostrar su repulsa a la violencia vicaria. “Hoy todas somos un fruto de dolor y rabia. La crueldad de la violencia machista nos golpea y nos arranca un pedazo de nuestro ser”, leyó una de las mujeres que tomaron la palabra durante la lectura de un manifiesto de condena.
Cerca de 400 personas se concentraron en la Plaza Mayor de Gijón, con velas y aplausos: “Somos el grito de las que ya nos están”. Familias con niños, adultos y jóvenes se unieron para mostrar su repulsa a la violencia vicaria. “Hoy todas somos un fruto de dolor y rabia. La crueldad de la violencia machista nos golpea y nos arranca un pedazo de nuestro ser”, leyó una de las mujeres que tomaron la palabra durante la lectura de un manifiesto de condena.
Cerca de 400 personas se concentraron en la Plaza Mayor de Gijón, con velas y aplausos: “Somos el grito de las que ya nos están”. Familias con niños, adultos y jóvenes se unieron para mostrar su repulsa a la violencia vicaria. “Hoy todas somos un fruto de dolor y rabia. La crueldad de la violencia machista nos golpea y nos arranca un pedazo de nuestro ser”, leyó una de las mujeres que tomaron la palabra durante la lectura de un manifiesto de condena.
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