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La multitud regresó ayer a la playa de Poniente por San Juan. Felicidad, salud y que se termine la guerra de Ucrania fueron algunos de los deseos en una noche que recuperó la ansiada normalidad arrebatada por la pandemia. “Me gustaría que baje la gasolina, salud para toda mi familia, no más confinamientos y unas vacaciones tranquilas”. Es la retahíla de peticiones de Ana García, de 40 años y vecina de Contrueces, quien ayer quemó sus deseos en compañía de sus amigos Pablo Fernández, Silvia Arcos y Miguel Rodríguez. “Que venga un año mejor que los anteriores, que se acabe la guerra y felicidad, mucha felicidad”, expusieron de forma respectiva mientras restallaban en el cielo los fuegos artificiales.
Juan Plaza
La multitud regresó ayer a la playa de Poniente por San Juan. Felicidad, salud y que se termine la guerra de Ucrania fueron algunos de los deseos en una noche que recuperó la ansiada normalidad arrebatada por la pandemia. “Me gustaría que baje la gasolina, salud para toda mi familia, no más confinamientos y unas vacaciones tranquilas”. Es la retahíla de peticiones de Ana García, de 40 años y vecina de Contrueces, quien ayer quemó sus deseos en compañía de sus amigos Pablo Fernández, Silvia Arcos y Miguel Rodríguez. “Que venga un año mejor que los anteriores, que se acabe la guerra y felicidad, mucha felicidad”, expusieron de forma respectiva mientras restallaban en el cielo los fuegos artificiales.
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La multitud regresó ayer a la playa de Poniente por San Juan. Felicidad, salud y que se termine la guerra de Ucrania fueron algunos de los deseos en una noche que recuperó la ansiada normalidad arrebatada por la pandemia. “Me gustaría que baje la gasolina, salud para toda mi familia, no más confinamientos y unas vacaciones tranquilas”. Es la retahíla de peticiones de Ana García, de 40 años y vecina de Contrueces, quien ayer quemó sus deseos en compañía de sus amigos Pablo Fernández, Silvia Arcos y Miguel Rodríguez. “Que venga un año mejor que los anteriores, que se acabe la guerra y felicidad, mucha felicidad”, expusieron de forma respectiva mientras restallaban en el cielo los fuegos artificiales.
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La multitud regresó ayer a la playa de Poniente por San Juan. Felicidad, salud y que se termine la guerra de Ucrania fueron algunos de los deseos en una noche que recuperó la ansiada normalidad arrebatada por la pandemia. “Me gustaría que baje la gasolina, salud para toda mi familia, no más confinamientos y unas vacaciones tranquilas”. Es la retahíla de peticiones de Ana García, de 40 años y vecina de Contrueces, quien ayer quemó sus deseos en compañía de sus amigos Pablo Fernández, Silvia Arcos y Miguel Rodríguez. “Que venga un año mejor que los anteriores, que se acabe la guerra y felicidad, mucha felicidad”, expusieron de forma respectiva mientras restallaban en el cielo los fuegos artificiales.
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La multitud regresó ayer a la playa de Poniente por San Juan. Felicidad, salud y que se termine la guerra de Ucrania fueron algunos de los deseos en una noche que recuperó la ansiada normalidad arrebatada por la pandemia. “Me gustaría que baje la gasolina, salud para toda mi familia, no más confinamientos y unas vacaciones tranquilas”. Es la retahíla de peticiones de Ana García, de 40 años y vecina de Contrueces, quien ayer quemó sus deseos en compañía de sus amigos Pablo Fernández, Silvia Arcos y Miguel Rodríguez. “Que venga un año mejor que los anteriores, que se acabe la guerra y felicidad, mucha felicidad”, expusieron de forma respectiva mientras restallaban en el cielo los fuegos artificiales.
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