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P. Tamargo
Ver galería >La estación de Villabona, única en su clase e incluida en el Inventario de Patrimonio Cultural de Asturias (IPCA), sigue pese a ello y pese a las peticiones vecinales de recuperación su deterioro imparable. El edificio, cuyo diseño sigue el esquema de las primeras terminales ferroviarias del mundo, cuenta también con la singularidad de la marquesina que protege sus cuatro fachadas, rasgo que no se repite en ninguna estación asturiana.
La estación de Villabona, única en su clase e incluida en el Inventario de Patrimonio Cultural de Asturias (IPCA), sigue pese a ello y pese a las peticiones vecinales de recuperación su deterioro imparable. El edificio, cuyo diseño sigue el esquema de las primeras terminales ferroviarias del mundo, cuenta también con la singularidad de la marquesina que protege sus cuatro fachadas, rasgo que no se repite en ninguna estación asturiana.
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La estación de Villabona, única en su clase e incluida en el Inventario de Patrimonio Cultural de Asturias (IPCA), sigue pese a ello y pese a las peticiones vecinales de recuperación su deterioro imparable. El edificio, cuyo diseño sigue el esquema de las primeras terminales ferroviarias del mundo, cuenta también con la singularidad de la marquesina que protege sus cuatro fachadas, rasgo que no se repite en ninguna estación asturiana.
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La estación de Villabona, única en su clase e incluida en el Inventario de Patrimonio Cultural de Asturias (IPCA), sigue pese a ello y pese a las peticiones vecinales de recuperación su deterioro imparable. El edificio, cuyo diseño sigue el esquema de las primeras terminales ferroviarias del mundo, cuenta también con la singularidad de la marquesina que protege sus cuatro fachadas, rasgo que no se repite en ninguna estación asturiana.
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La estación de Villabona, única en su clase e incluida en el Inventario de Patrimonio Cultural de Asturias (IPCA), sigue pese a ello y pese a las peticiones vecinales de recuperación su deterioro imparable. El edificio, cuyo diseño sigue el esquema de las primeras terminales ferroviarias del mundo, cuenta también con la singularidad de la marquesina que protege sus cuatro fachadas, rasgo que no se repite en ninguna estación asturiana.
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La estación de Villabona, única en su clase e incluida en el Inventario de Patrimonio Cultural de Asturias (IPCA), sigue pese a ello y pese a las peticiones vecinales de recuperación su deterioro imparable. El edificio, cuyo diseño sigue el esquema de las primeras terminales ferroviarias del mundo, cuenta también con la singularidad de la marquesina que protege sus cuatro fachadas, rasgo que no se repite en ninguna estación asturiana.
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