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El poblamiento romano de Lucus Asturum, en la actual Llanera, aún sigue siendo un misterio, pero ahora un poco menos. La excavación, dirigida por la arqueóloga Esperanza Martín, deja a su paso un reguero de descubrimientos, como una vasija del siglo I, conservada casi en perfecto estado. Estaba en el fondo del pozo, de 2,6 metros de profundidad, y que se queda clausurado para su estudio el próximo año.
El poblamiento romano de Lucus Asturum, en la actual Llanera, aún sigue siendo un misterio, pero ahora un poco menos. La excavación, dirigida por la arqueóloga Esperanza Martín, deja a su paso un reguero de descubrimientos, como una vasija del siglo I, conservada casi en perfecto estado. Estaba en el fondo del pozo, de 2,6 metros de profundidad, y que se queda clausurado para su estudio el próximo año.
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