En un partido que inicialmente debería haberse jugado el domingo, que después fue retrasado al lunes a las siete, a causa del temporal de frío y nieve que ha azotado media España, y que finalmente hubo de retrasarse hora y media, por el retraso del vuelo que había de tomar el Fuenlabrada, se medían el Real Sporting y el Fuenlabrada, entrenado por Sandoval, y separados por seis puntos en la clasificación, en favor de los de David Gallego.

El equipo rojiblanco, de nuevo mermado por las bajas (hasta ocho en total, a las que se sumaba la de Álvaro Vázquez, con pie y medio fuera de la entidad), buscaba cerrar toda una primera vuelta en puestos de playoff, con el añadido de poder ser el único equipo invicto como local.

No hubo lugar para las sorpresas en el once inicial, con un 4-4-1-1, en el que Carmona, volvía a ejercer como media punta por detrás de Uros, el único delantero del que ahora mismo dispone el entrenador catalán. Cierto que teóricamente en esa posición pueden jugar tanto Neftalí como Pablo Pérez (recuperado para este partido), pero como que no es lo mismo. Urgen así refuerzos en el mercado invernal, amén de ponerle una velita a la Santina para que no le ocurra nada al serbio.

Empezó mucho mejor el Fuenlabrada, con una presión arriba que dificultaba enormemente la salida de balón por parte de los jugadores rojiblancos. El primer susto para la portería de Christian Joel no tardó en llegar. Un disparo al palo en el minuto 6 por parte de Cristóbal, fue empujado a puerta vacía a la red por Kanté, en clara posición de fuera de juego.

Poco a poco se fue sobreponiendo el Sporting, con Carmona más inspirado que en ocasiones anteriores. El mallorquín ha sido uno de los grandes beneficiados a la hora de disponer de más minutos, merced a las citadas bajas.

Una asistencia suya sirvió para que Cumic en el minuto 19, intentase recortar dentro del área, siendo derribado por Glauder. Jugada dudosa que no fue merecedora de ser revisada por el VAR. Quizás una vez más, transcurrió demasiado tiempo hasta que el balón se detuviese.

Pero sólo cinco minutos después, un gran pase de Javi Fuego, volvió a encontrar a Cumic, quien rompiendo el fuera de juego, fue generoso al ver completamente solo a Uros, sirviendo a su compatriota para que éste lograse el que es su undécimo gol de la temporada. Ni el más ferviente defensor del jugador balcánico, hubiera apostado por un rendimiento como el que está ofreciendo el guerrillero jugador serbio.

Pudo el propio Uros disfrutar de otra gran ocasión en el minuto 31, pero un mal control, evitó que el delantero centro pudiera quedarse en un uno contra uno frente a Belmán.

Un exceso de tranquilidad y seguridad por parte de Christian Joel en el minuto 36, animó a Kanté a intentar lo imposible, golpeando duramente el tobillo izquierdo del guardameta sportinguista, que por fortuna pudo recuperarse. El colegiado Sánchez López (extraños apellidos para un árbitro), no dudó en mostrarle la tarjeta amarilla al jugador visitante.

Lo cierto es que el equipo madrileño estaba desplegando un juego valiente y vistoso (tanto como esa extraña combinación de equipaciones, azul y verde, con la que saltó al césped). A pesar de la ventaja en el marcador de los de David Gallego, la sensación a escasos minutos para el descanso, era de que habría que sufrir, y mucho, para sumar los tres puntos.

Con dos minutos de añadido se llegó al descanso, con la victoría mínima para los rojiblancos, que supieron rentabilizar al máximo una de las pocas llegadas al área rival. Una muy buena incursión final de Djuka en terreno azulón, le costó la tarjeta a Glauder al derribar al delantero serbio, decidiendo no obstante el colegiado murciano que no se botase la falta, al haberse cumplido el tiempo establecido. Curiosa normativa.

No dejó ni transcurrir un solo minuto de la reanudación José Ramón Sandoval, introduciendo ya dos cambios durante el descanso, con lo que varíaba su sistema de partida, con tres centrales en defensa.

Un gran desmarque de Kanté a la espalda de Borja, se encontró en el minuto 51 con la rápida salida de Christian, que evitó el empate.

Del posible empate, en la jugada siguiente un despeje de Bogdan, metió el balón al centro del área del Fuenla, donde Uros fue mucho más listo que Sotillos, definiendo a la perfección, para de este modo, marcar su segundo tanto y poner tierra de por medio. Parecía que el partido estaba casi resuelto.

Pero ni mucho menos fue asi, porque de nuevo en la siguiente acción, otra vez Kanté, ganándole la espalda a la defensa sportinguista, fue derribado por Christian Joel en una salida en esta ocasión, no tan acertada como la protagonizada con anterioridad sobre el mismo jugador. Penalti claro. Para su ejecución todo un especialista, como Mula.

Si bien Joel adivinó el lanzamiento de Mula, no pudo evitar que su rechace volviese franco a los pies del jugador del Fuenlabrada, que a portería vacía devolvió la incertidumbre al marcador y al partido. Era el minuto 55. Todo un mundo por delante.

Con el partido abierto a más no poder, la esperanza para los aficionados sportinguistas era comprobar cómo con muy poco, los suyos eran capaces de sembrar el desconcierto en la desordenada (y algo despoblada) defensa rival.

En el minuto 67 una mala salida de Joel por arriba (quizás su punto más débil y que habrá de trabajar) en un saque de esquina, estuvo a punto de costarle un disgusto a los suyos. No obstante el cancerbero sportinguista demostró no achicarse, volviendo a salir de puños, esta vez sí con acieto, apenas un minuto después.

Respondió Djuka con un disparo raso potente, al que respondió con una buena mano de Belmán. Con todo, el peso del partido seguían llevándolo los visitantes, con los sportinguistas a la espera de una contra con la que poder matar el partido. En ese sentido, se echaba en falta la presencia de Aitor, completamente desaparecido. Un intento de disparo desde el borde del área en el minuto 80, fue lo más reseñable del onubense en todo el segundo tiempo.

Acto seguido David Gallego decidió realizar su primer cambio, yéndose Cumic (buen partido el del serbio en esta ocasión), entrando Marc Valiente, en una clara señal desde el banquillo que lo que tocaba era defender el resultado. Se pasaba a una defensa de tres centrales, con Carmona pasando a banda izquierda y Aitor en la derecha en el centro del campo.

No había casi entrado en el campo Marc Valiente, cuando un centro al área del Fuenlabrada, acabó con la pelota en las mallas. La posición dudosa y el remate a priori con el brazo, hizo que Sánchez López fuese a revisarlo a la pantalla. Más tensión, imposible. La mano era demasiado clara como para no ser anulada. Match ball que salvaban los sportinguistas y respiraba Marc Valiente, que ya no hubiera sido la primera vez que saltase al campo, y acto seguido viera como le marcasen a su equipo. No siempre la mejor defensa pasa por acumular más efectivos atrás.

El Fuenlabrada, a pesar de todos los pesares para llegar a Gijón y de no haber podido entrenar juntos desde el jueves, llegados a estos minutos finales, se mostraba más fresco y sobre todo más peligroso. Con todo, el Sporting lo seguía intentando con más corazón y alma, que cabeza. Una contra de Aitor con pase a Uros, no pudo ser aprovechada por el serbio.

Mucho más clara fue la siguiente que dispuso el serbio en el 90, con Djuka que se plantó desde su propio campo sólo ante Belman, pero donde se vio que las fuerzas eran las que eran.

En pleno tiempo añadido, se fue al banquillo Aitor, entrando otro defensa, Pablo García, para reforzar aún más la banda izquierda.

Era el minuto 93 cuando Mula desde lejísimo buscó el disparo directo, superando la barrera. El rechace de Joel le cayó a Sotillos, yéndosele arriba. La ocasión más clara para el Fuenla, sin duda alguna.

Aún introdujo un último cambio David Gallego, obviamente buscando perder todo el tiempo posible, retirándose un soberbio serbio, valga la redundancia, y entrando Neftalí. Pero el partido estaba acabado. Por fortuna para los corazones sportinguistas, que podían volver a latir después de detenerse en la anterior acción de Mula y Sotillos.

Con esta importantísima, sufrida, pero merecida victoria (aunque Sandoval no piense lo mismo), el Sporting se aúpa hasta la cuarta plaza, con 36 puntos. La solidez defensiva (sobremanera a la vera del Piles) y el bienaventurado descubrimiento de Uros como goleador, han sido las claves para tan privilegiada situación, que nadie habría imaginado al inicio de la temporada, con únicamente dos refuerzos y una plantilla plagada de canteranos. Benditos canteranos.

Como es sabido, no habrá liga este próximo fin de semana, reservándose éste para la disputa de la Copa, donde los de David Gallego se las verán con sus hermanos béticos, en una eliminatoria en la que con bajas o sin ellas, el Sporting podría dar otro paso adelante (¿cuándo fue la última vez que el Sporting superó tres rondas coperas?).

Habrá tiempo así más que de sobra para pensar en el Castellón; encuentro fijado para el domingo 25 de enero. Primer choque de la segunda vuelta y la mejor noticia para la afición sportinguista es que hay motivos de sobra para soñar.

Post Scriptum: con la posibilidad abierta de que para el partido de Copa ante el Betis, 300 afortunados sportinguistas pudieran presenciar el partido y apoyar a los suyos desde la grada, habrá que esperar a ver cuál es el sistema o criterio que el club establece para tan exiguo reparto. Cuidado con favorecer a los de siempre. La lógica sería que a igualdad de condiciones, la veteranía fuese un grado.