El Club de Oratoria de Gijón cuenta ya con 17 miembros que se reúnen cada dos lunes en el Centro Municipal Integrado de Gijón-Sur. Allí tendrá lugar la presentación oficial hoy sábado a las 11.30 horas con una reunión abierta al público, gratuita, para lograr implicar a más personas en esta iniciativa. El club está presidido por Pedro Sánchez que tras formar parte de la misma entidad en Santander, su ciudad natal, busca implantar esta idea en Asturias, que forma parte de "Toastmasters international", una organización educativa que enseña a mejorar las habilidades comunicativas y de liderazgo.
-¿Se ha tardado en dar importancia a la comunicación oral?
-En España es muy reciente, pero esta organización nace en Estados Unidos en 1924, ahora está presente en 140 países, más 15.000 clubes y cerca de 340.000 miembros. En España llegó relativamente tarde aunque ahora sí somos más conscientes de que la educación da más peso a los contenidos y menos a la comunicación oral. En el norte hay pocos y en Asturias es el primero.
-¿Cuándo han empezado en Gijón?
-Empezamos a finales de junio y ha tenido una acogida grande, ya somos 17 miembros confirmados. Hay un interés y tenemos miembros de todo tipo de profesiones y formación. También con diferentes objetivos.
-¿Hablar en público llega tarde para las personas de mayor edad?
-Nunca es tarde para nada y hay muchos mitos sobre hablar en público. Existe un perfil amplio, profesional. Hay clubes abiertos, como el nuestro, al que cualquiera puede unirse y hay clubes cerrados, corporativos, que son a iniciativa de las empresas que sólo contemplan la entrada de trabajadores de esas firmas. Tenemos especial interés en desarrollar clubes para jóvenes una vez consolidemos eel actual. Queremos que esto llegue a las escuelas porque es fundamental. Admiro la cultura anglosajona por la facilidad de palabra que tienen, mucha más que nosotros. No se trata de hablar por hablar, es hacerlo de forma estructurada, transmitir algo a quien te escucha.
-¿Es falso que los españoles son dicharacheros?
-Somos espontáneos y podemos hablar mucho en un grupo pero al hablar de comunicación en público, presentaciones en público ahí no somos tan buenos porque no lo hemos trabajado, no es algo que nos enseñen en la escuela. Los anglosajones sí lo trabajan. Todos hemos tenido profesores que no sabían comunicar o hemos ido a charlas que eran un tostón. Todo eso se trabaja porque es una técnica que se aprende y la única forma de hacerlo es practicándola. Nosotros trabajamos en inglés en el club.
-¿Cada uno puede tener sus propias pautas para sentirse cómodo hablando en público?
-El discurso debe ser personal y cada uno tiene su estilo pero hay unas pautas básicas que seguir. Es importante el lenguaje corporal, hay que moverse pero no demasiado, moverse acompañando con cuerpo y manos o enfatizando lo que estás diciendo. La voz no puede ser monótona y el contacto visual es fundamental, aun en un auditorio muy grande. Trabajarlo y mejorarlo.
-Diga un ejemplo de buen orador en España.
-Me lo pone muy difícil. No se me ocurre ninguno. Sí le diría que a nivel político tenemos muy malos ejemplos, son de hablar mucho sin decir nada.
