La vida y los problemas de la Fundación Municipal de Servicios Sociales no se acaban en la renta social. Por mucho que su puesta en marcha fuera elemento sustancial en el debate político del año 2017 y los peligros para su continuidad en las condiciones actuales sean el gran motivo de polémica en la Casa Consistorial en los últimos días. La financiación de la renta social está en entredicho por la situación de prórroga presupuestaria y, a mayores, por los ajustes que se verá obligado a asumir el Ayuntamiento tras el incumplimiento de la regla de gasto. Pero no sólo la renta social.

Los directivos de Servicios Sociales han sacado la calculadora, mirado lo que tienen realmente presupuestado, evaluado sus compromisos a lo largo de todo el año y les sale un déficit de 2,5 millones para cumplir con las necesidades de los programas de becas comedor, ayudas económicas y el servicio de ayuda a domicilio. Tres programas que tienen miles de beneficiarios.

Los datos los tienen todos los partidos políticos y ayer los usaba la concejala de Izquierda Unida, Ana Castaño, para ampliar el debate. "Claro que hay que asegurar la financiación de la renta social pero el problema del gasto social no tiene que ver sólo con el plan de emergencia-renta social. A nosotros no nos vale eso de que sí hay para la renta social, ya está", explicó antes de reivindicar "sentarse y hablar de todo entre todos". Y es que otra cosa está clara: el remanente no será la panacea. El equipo de gobierno calcula poder aumentar el presupuesto de la Fundación Municipal de Servicios Sociales en unos tres millones en pocos meses. Pero ese dinero no será suficiente para cubrir ese déficit que ya existe y mejorar, como está comprometido a nivel político, las dotaciones de la renta social y la ayuda a domicilio.

En el caso de la ayuda a domicilio hay un desfase de más de 800.000 euros entre los 3,4 millones presupuestados y los 4,2 millones que se tiene como previsión real de gasto. Pero es que, como ayer recordaba la concejala de IU junto a su compañero Aurelio Martín, se está pendiente de un nuevo contrato que debe incluir el actual convenio del personal y las mejoras comprometidas desde el propio equipo de gobierno. Y una advertencia de Castaño, puesta en lo peor: "A mi lo que me preocupa es que los ajustes se hagan aquí no dando altas o dando muy pocas, porque es un servicio con muchas bajas por fallecimiento o porque los usuarios se van a una residencia... Sería muy fácil".

En cuanto a las becas comedor el presupuesto es de 1.750.000 euros y la previsión de gasto es de 1.956.000 así que faltan 206.000 euros para cuadrar los números. Nada comparado con el casi millón y medio que falta para ajustar el programa de ayudas económicas -que se dan fundamentalmente a quienes esperan el salario social y luego deben ser devueltas- que nace con un presupuesto de 401.000 euros pero tienen una previsión de gasto que llega a los 1,8 millones.

Crisis política

El análisis del epígrafe de la renta social parte del presupuesto ya existente de 3, 2 millones con una previsión de gasto de 750.000 euros para dar cobertura a los ayudas ya comprometidas en las convocatorias del año pasado. Quedan libres 2,4 millones. Así que dinero hay para la tercera convocatoria recién anunciada por el gobierno de Foro. Pero, ¿suficiente? No lo parece si se tiene en cuenta que aún faltan por evaluar más de 300 solicitudes de la última convocatoria y que la oposición, sobre todo Xixón Sí Puede, no quieren bajar el listón de este programa. Ahora mismo, hay unos 2.300 familias con tarjetas emitidas por el Ayuntamiento que les permiten comprar productos de primera necesidad en el comercio local como complemento a sus ingresos. La mayoría son perceptores del salario social básico del Principado.

Ana Castaño también ve la necesidad de ir más allá del debate meramente económico al hablar del plan de emergencia social-renta social (nombre completo del programa y denominación que prefiere usar IU) . Su propuesta es hacer una evaluación del proceso seguido en 2017 para recabar datos y establecer mejoras de cara a la próxima convocatoria. La idea es contar con el apoyo de la Unión de Comerciantes y de las entidades sociales de la ciudad para que hagan todo tipo de sugerencias. Tampoco hay que obviar la sombra del uso fraudulento -se han detectado cuatro casos- que de las tarjetas se ha hecho.

En ese contexto, y tras la pugna en el Pleno donde la oposición afeó la gestión económica de Foro y le rechazó sus ajustes presupuestarios, Aurelio Martín hablaba de "crisis política en el Ayuntamiento, de la que no se sale con el victimismo de este equipo de gobierno que culpa a todos menos a él".