"Tengo que admitir que ha sido un trabajo duro y a veces frustrante, pero estoy realmente satisfecho". Son palabras del artista gijonés Andrés Vijande (1985), que inaugurará pasado mañana, viernes, la exposición "Animales literarios. Poe transfigurado". Será en la sala Aristas (20:00 horas): dieciocho lienzos resueltos con técnica mixta, en los que su autor propone una unión de pintura y literatura a través de algunas de las obsesiones del autor de "El cuervo", uno de los poemas más conocidos de literatura estadounidense.
"Esta exposición me ha llevado un gran trabajo de documentación", explica Vijande, que acaba de ser galardonado por algunos de estos cuadros en el Salón del Arte de Châtillon (París). El pintor se ha enfrascado en la vida de Edgar Allan Poe para ir más allá del mito del autor maldito y "conocer al hombre". Está persuadido de que si una figura atraviesa los versos del que fuera, también, pionero de la novela policiaca, además de original y poderoso escritor, es la del cuervo.
Y ahí están esos lienzos de inquietantes córvidos. Un cambio en la pintura de Vijande, pintor que se dio a conocer por sus atmósferas urbanas y el uso del color. ¿Y por qué esa atracción por Poe? "Utiliza las fuerzas del intelecto para transfigurar esos contextos -victorianos- sobre la muerte, la enfermedad, lo oscuro y lo misterioso", dice el artista. Y de ahí ese mundo que despliega el autor en estos lienzos de "Animales literarios. Poe transfigurado". Una exposición que es continuidad de una idea de la que Vijande empezó a tirar hace cuatro o cinco años, cuando reparó en la importancia de algunos animales en la historia de la cultura. Las primeras obras de esta serie se inspiraron en Cortázar y en Lewis Carroll. Pero ha sido con Poe y sus mundos siempre extraordinarios, con el emblema del cuervo, cuando Vijande ha encontrado el motor de una nueva inspiración.
