La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

ÁLVARO ZULUETA | NUEVO COORDINADOR LOCAL DE VOX EN GIJÓN

"En Gijón se gasta en bancos arcoíris y fiestas de amiguetes"

"La polémica por el cese de mi antecesor es un tema del pasado, el partido está por encima de las miserias particulares"

Álvaro Zulueta, en el puerto deportivo. ÁNGEL GONZÁLEZ

Álvaro Zulueta Velázquez-Duro (Madrid, 1971) es un apasionado del sector náutico, que promociona en Asturias, y se afilió a Vox en cuanto la formación que lidera Santiago Abascal comenzó a dar sus primeros pasos. Formó parte de la lista a las elecciones municipales -iba de número 3- en las que la formación logró por primera vez en su historia entrar en el Ayuntamiento de Gijón con dos representantes. Zulueta, que ha atenido cargos directivos de las plataformas "Hazte Oír" y "CitizenGo", asumen ahora el cargo de coordinador local después del cese de su antecesor, Manuel Ángel Cristóbal, que ha denunciado al partido por su cese como asesor municipal.

- Llega al cargo tras la marcha de Manuel Ángel Cristóbal como coordinador local, que además ha denunciado al partido por expulsarse de asesor del grupo municipal. ¿Es muy grande la fractura interna?

-Eso ya es un tema del pasado. Soy ajeno a todo eso. No sé muy bien el mar de fondo que hubo, sé que el partido está por encima de las miserias particulares que pueda haber. Y que, como todos, estamos llenos de diferencias y matices. Esas diferencias son la riqueza del ser humano y en cualquier institución o en cualquier organización están presentes. La renovación ya efectuada supone una mirada hacia adelante y una apuesta de futuro. Eso es lo que quiere hacer Vox.

- ¿Se busca mayor comunión entre el partido y el grupo municipal?

-Sí. Evidentemente, el grupo y el partido deben remar hacia el mismo lado. Nunca han remado en contra, pero como en todo siempre hay margen de mejora. Espero que mi nombramiento sirva para dotar de una eficacia al partido y que así podamos acercarnos más a los gijoneses. Eso es sentido común. Debemos estar en la misma sintonía.

- ¿Cómo afronta este nuevo reto?

-Con incertidumbre por todo lo que se viene encima y por ver si soy capaz de movilizar a la gente de Vox, a los afiliados y a la ciudadanía en un proyecto de mejora de España.

- Hace poco más de un año, Vox logró entrar en el Ayuntamiento de Gijón con dos concejales. ¿Balance?

-Vox entró en las instituciones con mucha fuerza, lo que significa que había una gran necesidad de un partido como el nuestro. El español de a pie se veía huérfano de sus ideales, de sus valores y principios. El resto de partidos se habían dedicado a sus cosas y habían ampliado la brecha respecto a las inquietudes y necesidades del ciudadano. Vox llega en el momento preciso para dar respuesta a todas esas personas huérfanas de partido político.

- ¿Sigue vigente su proyecto para Gijón de hace un año?

-Tanto Gijón como Asturias necesitan activar profesionalmente a sus ciudadanos. Hay que fomentar el empleo y evitar que el talento joven abandone la ciudad por falta de expectativas. Hay que empezar a dedicar el dinero de los gijoneses a cosas realmente útiles y no a cosas superficiales y que no importan a nadie. Y que son un despilfarro. Hay que ser escrupulosos con el dinero público y dedicarlo al fomento y desarrollo de la ciudad. La clave es retener a la juventud, ofrecerles alternativas de empleo y fomentar la iniciativa privada para desarrollar el tejido empresarial. Que un joven, cuando acabe la carrera, no se vea abocado a salir de Gijón.

- ¿En qué se ha despilfarrado?

-Los políticos han despilfarrado en todo. Todos los días amanecemos con banderas para celebrar el día del Orgullo Gay con dinero público, para pagar fiestas de otras personas con dinero público, para pintar bancos arcoíris, para fomentar los chiringuitos y seguir gastando el dinero de todos en unos pocos cuando las carreteras hay que arreglarlas, hay que hacer desarrollo local, fomentar el empleo e invertir en juventud. Pero el dinero es limitado. Lo fácil es gastarlo en lo superficial, en los amiguetes, como se hace en Gijón. Lo difícil es hacer proyectos de desarrollo y de futuro, mirar a largo y medio plazo y no al corto plazo que es pintar una pared, poner una bandera y de dividir a la ciudad. Hay que dedicar el dinero y los escasos recursos del infierno fiscal que es Asturias a cuestiones relevantes.

- Pero una de las primeras propuestas de Vox en el Pleno fue poner una bandera de España en la plaza del Humedal.

-Pero la de España, que es una bandera que representa a todos. Eso significa que Vox enarbolará banderas que representen a todos, no a una parte. Cuando Vox gobierne, que gobernará, lo hará con un sentido amplio de saber que hay un punto en común. A nadie le molestará que se cierren chiringuitos, que se dejen de dar paguitas y de cobrar por no hacer nada ni dedicar el dinero a pagar sus fiestas. Que hagan fiestas, pero que las paguen con su dinero, no con el sueldo de un carpintero, un fontanero o un empresario al que fríen a impuestos.

- Se ha cumplido ya el primer año de gobierno local, liderado por la socialista Ana González. ¿Cómo lo valora?

-Deben cambiar muchas cosas. Hay que dejar de despilfarrar el dinero público en cosas que no importan a los gijoneses y se deben acometer las grandes obras, infraestructuras y proyectos de frente y con miradas de medio y largo plazo. El cortoplacismo nos aboca a la ruina.

Compartir el artículo

stats