Talleres inclusivos de ocio, programas de salud y hasta un bosque en la parcela del complejo deportivo Perchera-La Braña, popularmente conocido como Soccer World. La asociación de vecinos "Santiago" de Nuevo Gijón reclama que la instalación pase estar gestionada por un colectivo sin ánimo de lucro y que la plantilla se componga por jóvenes, mujeres, colectivos vulnerables y mayores de 45 años. Los vecinos entregarán estas propuestas al concejal de Deportes, José Ramón Tuero, en unos días. El objetivo es que el gobierno local incluya la mayoría de ellas en el pliego de condiciones de explotación cuando el equipamiento salga a subasta, previsiblemente en diciembre. "Hay varios colectivos interesados en el Soccer World para sacar adelante un proyecto de economía social", asegura Roberto Porras, uno de los integrantes de la comisión que elaboró el plan de usos.
El complejo deportivo Perchera-La Braña se construyó en 2011 en la calle de Orán. El Ayuntamiento cedió su explotación a la empresa "Fútbol es vida", que levantó varias canchas de fútbol y de pádel. El gobierno local pactó una serie de reformas y usos que los servicios técnicos municipales estimaron el año pasado que no llegaron a cumplirse, por lo que rescindieron el contrato. Desde el 10 de septiembre, está cerrado y su gestión es pública. Este verano, la concejalía de Deportes pactó con los vecinos de Nuevo Gijón la elaboración de un plan de usos como punto de partida para negociar el futuro de la infraestructura.
La comisión de trabajo comenzó a trabajar en agosto y ayer finalizaron su compendio de propuestas para el Soccer World. Los vecinos piden que pase a estar gestionado por colectivos sin ánimo de lucro, que practiquen la economía social y que se impulsen talleres de salud para mayores y programas de ocio inclusivo para los jóvenes. También reclaman la construcción de una plaza al aire libre y hasta sembrar una especie de bosque o zona verde para "recuperar ambientalmente" una parcela de 23.000 metros cuadrados.
Los vecinos piden que el centro se convierta en un espacio comunal, con actividades gratuitas, salvo aquellas de ocio, deporte y salud que la nueva gestora programe. La comisión de trabajo también estima la plantilla que sería necesaria contratar, que se compondría de monitores para los talleres de salud, ocio, responsables de la cafetería y personal de limpieza. "Creemos que es un buen punto de partida para negociar, que es un proyecto interesante y que valdría para apostar por la zona", resume Roberto Porras, que espera reunirse en 15 días con el gobierno local para que adopte las demandas vecinales.
