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Pioneros en aparcar en las alturas

“Tuvimos visión de futuro”, afirma la familia Álvarez, que regenta desde 1987 el primer parking de estas características en Asturias

Un vehículo sale del aparcamiento por la calle Numa Gilhou. Ángel González

“Tuvimos visión de futuro”. Así explica Antonio Álvarez el olfato inversor que tuvo su familia en el año 1987, cuando crearon el primer aparcamiento en altura de Asturias “y casi de España”, como enfatiza su dueño, entre las calles Numa Guilhou y del Carmen. A día de hoy sigue siendo el único parking de estas características que existe en Gijón, a expensas de que el proyectado por el Consistorio en la parte trasera del Palacio de los Deportes de La Guía, en el marco de los cambios en materia de movilidad en el entorno de El Molinón, se convierta en una realidad.

Por entonces, en la ciudad solo existían dos aparcamientos, uno en la calle Donato Argüelles, y el regentado por la familia Álvarez. “Mi padre se dedicaba a este mundillo, y decidimos comprar el solar y un garaje viejo que había y construir el parking”, resume Antonio Álvarez. La decisión de hacerlo en altura fue “arriesgada”, pero “nos salió bien”, defiende.

Interior del único aparcamiento en altura de Gijón, en la calle Numa Gilhou. Ángel González

¿Cómo surgió la idea? “Viajas y te fijas, y vimos que en Estados Unidos se hacía mucho, así que decidimos copiarlo”, enfatiza Álvarez sobre este aparcamiento de seis pisos de altura (dos sótanos, el bajo y tres alturas) que también cuenta con gasolinera y servicio de lavado de vehículos. A su juicio, “lo normal en alturas es construir viviendas, porque es más rentable y los aparcamientos requieren una inversión costosa”.

Al principio, recuerda, les costó lograr clientes. “Los primeros años no entraba nadie, pero cada año crecía un poco más”, reconoce. Eso sí, ahora cuentan con más de 400 plazas, de las que alrededor de un 20% son de rotación y el resto de abonados. Fue la suya una decisión arriesgada de la que “no me arrepiente”. Respecto al nuevo equipamiento proyectado, Antonio Álvarez reconoce que “competencia, siempre es, esté cerca o lejos”, aunque celebra que “la gente siga queriendo entrar con el coche hasta el centro de la ciudad”. Y en eso, su parking en altura, tiene las de ganar.

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