La investigación para esclarecer el secuestro del gijonés Pablo Juan Sánchez, un joven deportista de 35 años que estuvo retenido el pasado mes de marzo durante siete días tras desaparecer de una nave industrial del polígono de Pervera (Carreño), encara su fase final y, según ha podido saber LA NUEVA ESPAÑA, ya hay al menos una persona detenida vinculada a esta trama rodeada de incógnitas y en la que todavía faltan piezas por encajar. Las labores se desarrollan desde la Guardia Civil y están implicados agentes de la Unidad Central Operativa (UCO).
Las pesquisas se han llevado a cabo con suma discreción desde que se denunció la desaparición del surfista gijonés, “un chico deportista, vitalista y apasionado del surf”, que había sido visto por última vez el jueves 5 de marzo en una nave industrial, donde su hermano posee una empresa de autocaravanas. Había quedado en ir a comer a casa de su madre, pero no llegó. Al ir a buscarle se encontraron allí sus llaves, su vehículo y el móvil. Y la puerta de la nave estaba abierta, pero ni rastro de él. Su entorno siempre tuvo claro que no se trató de una desaparición voluntaria y se volcaron en redes sociales para poder localizarle.
La Guardia Civil se hizo cargo de la investigación para dar con Pablo Juan Sánchez, y a los pocos días se dieron cuenta de que estaban ante un secuestro. La mejor prueba fue la petición de rescate formulada a la familia para liberarlo. Exigía una cantidad “inasumible” económicamente por la familia. Sin que nadie lo esperase, la trama dio un vuelco y el gijonés apareció sano y salvo en su casa la mañana del 11 de marzo.
Pablo Juan Sánchez explicó que lo habían soltado cerca de la estación de autobuses de Gijón y allí cogió un taxi para ir hasta su casa, en Roces, desde donde dieron aviso a la Guardia Civil. Luego, ya a salvo, estuvo varias horas declarando ante los investigadores para aportar todos los datos posible para llegar a los responsables de su cautiverio.
