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Un detenido tras el desalojo de los seis okupas del edificio de la calle Langreo, ya tapiado

“Quedamos en la calle”, lamentan los inquilinos, tutelados por Mar de Niebla, que vivían con luz, pero sin agua, en un inmueble con ofertas de compra

Una de las okupas frente al portal del número 12 de la calle Langreo, ya tapiado. Efrén Tomás

La “okupación” del número 12 de la calle Langreo ya es historia. La Policía Local, con más de una decena de agentes desplazados, desalojó ayer a las seis personas que residían de forma ilegal en el céntrico edificio desde el mes de marzo. Un desalojo que dejó a una persona detenida por negarse a abandonar el inmueble. Los dueños del edificio presenciaron el alzamiento y, para evitar que se repita algo parecido, tapiaron el portal con ladrillos y cemento. “Tememos que vuelvan a entrar”, apuntaron. La otra versión de los hechos es la de los okupas, que se resignan a dormir “en la calle” en los próximos días.

La intervención ocurrió sobre las 9.30 horas. Había seis personas en el edificio. Cuatro de ellas vivían en el primero, y los otros dos, un hombre y una mujer, en el segundo. Fue J. M. P., de 34 años, el que acabó detenido por negarse a salir por las buenas del edificio. Todos ellos sacaron sus pertenencias en presencia de los agentes. Eran varias maletas, una televisión y un altavoz de música. También tenían dos perros, uno de raza potencialmente peligrosa sin licencia, por lo que fue requisado. “Prefieren cerrar esto y que nos quedemos sin casa”, apuntó una de las desahuciadas.

Sus pertenencias

Los dueños del inmueble tapiaron el portal porque “no queremos que vuelva a repetirse”, apuntó uno de los propietarios, que confirmó que posee una oferta de compra por el edificio. De hecho, “la ocupación lo retrasó todo”, lamentó. En la zona eran habituales los problemas con vecinos y comerciantes por la presencia de estos individuos. En mayo, los dos perros se escaparon e hirieron a una septuagenaria. “Venía la policía muy a menudo”, confirmó una peluquera de la vía. “Siempre que entraron en mi tienda fueron educados”, apuntó Gemma Suárez, una dependienta.

Los seis okupas estaban tutelados por la asociación Mar de Niebla. “Estamos buscando una alternativa para ellos, pero será temporal. No habría ocupaciones si no hubiera un problema de acceso a la vivienda”, manifestó Andrea Vega, del equipo de calle de Mar de Niebla. Estas personas tenían luz, pero carecían de agua corriente en el edificio de la calle Langreo, que ya está sellado.

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