La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El ejemplo de la juventud: once jóvenes gijoneses dedican la Navidad a recaudar para los más necesitados

Un grupo de amigos reúne 600 euros para donar alimentos y mascarillas a los más necesitados: “La pandemia nos afecta a todos”

Un grupo de jóvenes de Gijón reúne 600 euros para donar alimentos y mascarillas a los más necesitados

Un grupo de jóvenes de Gijón reúne 600 euros para donar alimentos y mascarillas a los más necesitados

Para ver este vídeo suscríbete a La Nueva España o inicia sesión si ya eres suscriptor.

Un grupo de jóvenes de Gijón reúne 600 euros para donar alimentos y mascarillas a los más necesitados Pablo Palomo

Los botellones y las fiestas ilegales en pisos han sacado a relucir la peor cara de la juventud durante la pandemia. Pero sólo reflejan a una minoría. Así lo demostraron este martes un grupo de once chavales de Pumarín que reunieron 600 euros de su bolsillo para comprar alimentos y mascarillas, que donaron a una iniciativa solidaria promovida por una vecina de la calle Ramón y Cajal. “El coronavirus nos afecta a todos”, señala Pelayo García Paraja, un chico de 23 años, que ejerce de portavoz del grupo.

La idea de hacer una donación rondaba en la cabeza de los veinteañeros desde el año pasado. Fue este, con la crisis sanitaria, cuando se pusieron manos a la obra. Tuvieron noticias de Isabel Tejero, la impulsora de la iniciativa llamada “Movimiento Solidario Gijón”. El proyecto nació en noviembre y recoge alimentos para los desfavorecidos desde entonces en el número 29 de la calle Ramón y Cajal, en un modesto local. “Estamos contentos, pero no es para tanto. Isabel es la que está llevándolo todo”, relata García Paraja.

Un momento de la entrega del material.

Aunque modestos, la donación fue de aúpa. Entregaron el martes 400 litros de leche, 200 de aceite, 160 paquetes de galletas, 25 botes de gel de baño, 60 paquetes de cereales, 700 mascarillas y cinco termómetros láser. Los costes los han asumido de su bolsillo. La mayoría de los integrantes del grupo se conocen desde su paso por el colegio de Montevil y ahora trabajan de repartidores. Algunos compaginan su ocupación con sus estudios. Es el caso de Pelayo García Paraja, que además de ser repartidos, estudia un grado superior de Administración y Finanzas.

“A veces solo se cuenta lo malo de la juventud, los botellones y eso, pero pocas veces se incide en lo bueno”, finaliza García Paraja, el portavoz de la pandilla de chicos de Pumarín que demostró con sus buenos actos que los jóvenes también son personas comprometidas y solidarias con la sociedad en estos duros momentos.

Compartir el artículo

stats