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El reto de acercar a las mujeres a las ingenierías: "A veces las limitaciones nos las ponemos nosotras mismas por el qué dirán”

Tres integrantes del equipo Formula Student de la Universidad ofrecen en una cita online sus experiencias

El vehículo creado el año pasado para la Formula Student.

La presencia femenina en las carreras técnicas, especialmente en las ingenierías, sigue siendo escasa. Empresas y docentes no se cansan de repetirlo: las chicas están llamadas a tomar el relevo y formarse en un sector en el que hay trabajo, y en el que tienen tanto que aportar como los hombres. Pero aún así, sigue habiendo campos en los que ver a una mujer se hace raro de puertas para afuera: ¿Cuántas chicas se pueden ver en un Pit Lane o cambiando ruedas en una carrera de Fórmula 1? El mejor ejemplo está en tres jóvenes ingenieras salidas de las aulas de la Escuela Politécnica de Ingeniería y que forman parte del equipo Formula Student de la Universidad, que darán esta semana una conferencia online, a través de Youtube, sobre las dificultades y los estereotipos que, según reconocen, se dan más entre quienes desconocen el mundillo.

Una vez en harina, “todos somos iguales”, pero hay un largo camino que no es fácil, y en el que se podrían cambiar algunas cosas. Marta Álvarez, autora del proyecto Inngenieando, Elvira Suárez, Team Leader de Uniovi e-Tech Racing y Sara Fernández, responsable de Fabricación de Uniovi e-Tech Racing, forman parte del equipo de Formula Student de la Universidad de Oviedo, un proyecto para diseñar, montar y pilotar un coche de carreras con el que se compite en circuito entre universidades. Las tres convienen en que “es necesario dar más visibilidad a la presencia de las ingenieras” y así lo transmitirán en el encuentro digital de esta semana. Ellas ya están terminando y con un pie en el mundo laboral, y quieren que su ejemplo sirva de guía para muchas otras.

No es que haya discriminación en ingeniería, porque como señala Elvira Suárez, “discriminada, nunca me he sentido”. “Sí que es cierto que alguna vez algún señor ingeniero de bastante edad me ha mirado con cara de ‘esta nena qué hace aquí’. Pero eso es un caso muy concreto”, afirma. Ella, como Sara Fernández, atesora una amplia experiencia que las lleva a considerar que “la mayoría de las veces esa discriminación sucede de puertas para afuera, personas que no te conocen o se dejan llevar por los estereotipos y en el fondo, no tienen muy claro ni siquiera el concepto de ingeniería”. No obstante, “sí que he sentido alguna vez que he tenido que demostrar mi valía cuando, en cierta manera, a los hombres se le da por supuesta”, apostilla Marta Álvarez.

La escasa presencia de las mujeres en ingeniería, por tanto, puede deberse “al desconocimiento. “Estudiando Ingeniería Mecánica la pregunta que más se nos hace es ‘¿Para ser mecánica de coches?’ Y no. La Ingeniería Mecánica engloba mucho más, hay mil sectores a los que te puedes dedicar que tienen que ver cero con el automovilismo. Con esto queremos decir que a veces no se explica bien en qué consisten los Grados y la gente se lía sola. En el fondo todo depende de cómo te lo pinten desde fuera. Una vez dentro te das cuenta de que no es igual”, coinciden. Y si la visión de la ingeniería en femenino es equivocada, “es una consecuencia de múltiples factores que influyen en la sociedad”, explican. Por ejemplo, expone Marta Álvarez, “los estereotipos de género y las percepciones sobre las habilidades de las mujeres más que sus habilidades reales, que vamos interiorizando desde muy pequeños a través de los medios de comunicación, familia, amigos...”.

Y con todo ello, ver a una mujer en un equipo de Fórmula 1 sigue siendo chocante para muchos. “No creo que en grandes equipos de F1 desperdicien el talento que uno pueda aportar, ya seas hombre o mujer, en el fondo te van a valorar por tus conocimientos. Llevo viendo las grandes disciplinas del motor desde que tengo uso de razón con mi padre y de pequeña siempre dije que quería estar ahí a pesar de no tener un referente femenino que seguir en ese mundo. Por eso, es importante la educación que te dan en casa y que se puede llegar y convertirte en ese referente que tú buscabas de pequeña. A veces las limitaciones nos las ponemos nosotras mismas por el qué dirán”, asevera Sara Fernández.

Resistencia

Por eso es importante resistir al escrutinio público. Lo explica Marta Álvarez. “Soy muy activa en redes sociales y lo que más comparto es sobre coches, F1 y moda. Pues no es la primera vez que tengo que soportar comentarios del tipo ‘vaya pesada con la F1’ o ‘como te va a gustar la F1 si no sabes lo que es un motor V8’. Y siempre me pregunté lo mismo, si fuera un hombre me diría esa misma gente que soy pesada o tendría que justificar que lo sé. Y tristemente creo que no. Existe poca gente en ese mundo que explique a los de fuera que hay esa igualdad”, lamenta. Además, es consciente de que “aún sorprende que la mujer esté en el almacén, sea la jefa a pie de obra o que firme grandes proyectos”. Por eso, “hoy en día hay pocas mujeres que se atreven, pero las pocas que lo hacemos, una vez dentro deberíamos de dar más visibilidad e intentar normalizarlo”, subrayan las ingenieras, que recomiendan a las jóvenes estudiantes que “sean lo que quieran ser y que hagan todo lo posible para conseguirlo; que no se dejen limitar por nadie y que demuestren lo que valen y una vez consigan sus sueños, no se conformen y sueñen con otros nuevos”. Que “todas esas inquietudes que tienen de niñas pueden llegar a convertirlas en mujeres ingenieras espléndidas, que nadie les robe el interés”. Y que mientras tanto, “lo compartan para que las futuras generaciones vean que es posible”, porque “vas a conocer y descubrir un mundo que en realidad nunca te pintaron de ese modo. Vas a desarrollar muchas habilidades para trabajar en cualquier sector, aunque de primeras pienses que no tiene nada que ver”.

Y si hay barreras, “sólo nos toca a nosotras derribarlas con nuestro talento”. Porque de lo que se trata es de “que no se ofrezcan puestos únicamente por ser mujer y lavar la imagen de la empresa”, sino de “dejar a las mujeres un sitio al lado de los hombres para que puedan colaborar”.

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