“Jovellanos tenía una pasión por Asturias que desborda, por el desarrollo económico, por el futuro, por la cultura y por la lengua, porque en ocasiones se escucha a gente reivindicar a Jovellanos, que al mismo tiempo se dedican a criticar la cultura y la lengua en Asturias”. El presidente del Principado, Adrián Barbón, aprovechó ayer su presencia en uno de los actos conmemorativos del 50.º aniversario del Museo Casa Natal de Jovellanos, en Gijón, para hacer esta reflexión. Ese cincuentenario se cumple hoy y tiene como uno de sus hitos la exhibición hasta el próximo 12 de septiembre en su emplazamiento original, en la casa natal del ilustrado, del retrato que Goya hizo a Jovellanos con la playa de San Lorenzo al fondo, obra cedida para la ocasión por el Museo de Bellas Artes de Asturias. Barbón no hizo mención expresa a la diana a la que lanzó su dardo sobre la llingua, si bien habló al respecto tras criticar la “tendencia innata en Asturias, que es el intento de patrimonializar, de hacer patrimonio de algunas personas desde el ámbito político, del espíritu de Jovellanos”, cuando el ilustrado gijonés es, a su juicio, patrimonio común de todos los asturianos. El presidente autonómico también cuestionó la tendencia a entresacar “de su vida y su obra, de su acción política una receta para todo del presente”, cuando la Asturias actual no es la de hace dos siglos. Por contra sí destacó la plena vigencia de valores jovellanistas, como la “honestidad intelectual”.
“Retrato de Gaspar Melchor de Jovellanos con el arenal de San Lorenzo al fondo” vuelve después de 75 años de ausencia a la estancia en la que Jovellanos lo colgó en 1872. El cuadro es uno de los primeros retratos de Goya pintados en Madrid, encargado por Jovellanos con motivo de su elevación al Consejo de Órdenes Militares en 1870, para la que el prócer gijonés eligió como hábito el de la orden de Álcántara. Ese es el motivo por el que en el cuadro luce la medalla de esa orden militar.
En el retrato al fondo aparecen las dunas de la playa de San Lorenzo, que Goya nunca llegó a ver. También al fondo unas velas y más cerca barcos mercantes ya que desde 1872 Gijón era un puerto mercante.
El cuadro estuvo colgado en el cuarto de estrado de su casa gijonesa desde 1782 hasta 1946, cuando se trasladó a Madrid para una exposición, tras lo que lo adquirió la familia Valls Taberner por 150.000 pesetas, después de que tanto la Diputación Provincial de Asturias como el Ayuntamiento hubieran rechazado adquirirlo a los descendientes de Jovellanos “por una cifra ridícula”, explicó ayer el profesor de Historia del Arte de la Universidad de Oviedo Javier González Santos. El cuadro volvió a manos públicas en 2000.
Barbón pudo escuchar de primera mano las explicaciones del profesor de Historia del Arte y también las limitaciones que tiene el Museo Casa Natal de Jovellanos de espacio y de accesibilidad, situación por la que su directora, Lucía Peláez reivindicó durante el recorrido junto al mandatario regional la necesidad de “afrontar el futuro del museo”, unos comentarios ante los que en varias ocasiones se escuchó a la alcaldesa de Gijón, Ana González apuntar: “Y tiene razón”. Lucía Peláez también explicó al Presidente que la mitad de los fondos del museo gijonés proceden de donaciones, por lo que el museo nace de la sociedad. La mayoría de estos fondos están almacenados fuera del museo gijonés.
Los actos del cincuentenario del Museo Casa Natal de Jovellanos proseguirán hoy con la presentación, a las doce y media del mediodía, de Archivo Virtual de Jovellanos.
