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Las mareas marcarán la práctica deportiva al eliminarse el anillo navegable

“Va a ser un deporte que va a tener que estar asociado al propio ecosistema y en función de los tiempos naturales", explican los expertos

Proyecto de renaturalización y rehabilitación del río Piles

Proyecto de renaturalización y rehabilitación del río Piles

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Proyecto de renaturalización y rehabilitación del río Piles

El cauce en la zona del anillo se va a ampliar, pero sólo en las riberas que dan a Las Mestas, dejando los muros verticales en las otras orillas, una de ellas del Grupo. Los que dan a Las Mestas se sustituirán por taludes –salvo la base de los mismos, que se mantiene– ganando entre dos y tres metros para el cauce del río. También se va a ejecutar una nueva senda peatonal a lo largo del Piles a partir del talud, para favorecer el uso del espacio fluvial y poder canalizar el tránsito que hay actualmente en la senda de la orilla opuesta, explicó Laura Álvarez. La pérdida de espacio en Las Mestas por los taludes obligará a modificar el vial de acceso existente desde la Avenida de Albert Einstein. El viaducto de esta avenida se tendrá también que reforzar con escollera. Además, se tendrán que reubicar dos edificios auxiliares del complejo deportivo, un almacén y un edificio administrativo ahora emplazados a cada lado del canal que se va a rellenar.

Palear en el Piles cuando se complete el proyecto de renaturalización dependerá de las mareas. El proyecto contempla mantener la práctica del piragüismo, ubicando nuevos pantalanes en el acceso ya existente junto a El Molinón. Pero no habrá ninguna estructura para retener el agua. “Va a ser un deporte que va a tener que estar asociado al propio ecosistema y en función de los tiempos naturales. Se parecerá mucho al surf, que no se puede hacer si no hay olas, a la vela, que no la hacemos si no hay viento y en este caso habrá que adecuarse a las mareas para tener el suficiente calado, pero evidentemente se podrá practicar”, señaló Javier Granero.

Los azudes para retener el agua, van a desaparecer y eso permitirá que la amplitud de la marea sea mayor, es decir, que el agua que hasta ahora quedaba en los azudes, suba más arriba y “por lo tanto, en mareas vivas vamos a tener mucha más zona donde tendremos suficiente calado” apto para el piragüismo, indicó Granero. Esa zona hasta la que se podrá palear con marea adecuada es “hasta el parque de escollera”, concretó Laura Álvarez.

El director de Taxus explicó que “el tema de las compuertas es crítico, desde el punto de vista de tratar de recuperar un ecosistema” y añadió que se estudiaron alternativas para poder ampliar el horario de esta práctica deportiva, pero “no había ninguna que nos pudiera garantizar un ecosistema adecuado”.

Sin barreras

Entre esas alternativas que se analizaron está la propuesta del Grupo Covadonga de utilizar barreras hinchables, que según los autores del proyecto tienen “una problemática muy similar” a los azudes fijos, al retener sedimentos. También estudiaron utilizar una barrera móvil en la parte final de la ría “para tratar de alguna manera de parar la bajada de la marea, para que ese agua bajara más lentamente y ganes una serie de horas para conseguir tener una lámina de agua más profunda durante más tiempo, pero también desde el punto de vista de la ingeniería tenía una serie de complicaciones muy importantes, porque tenemos no sólo la barrera contra el río, sino también la barrera contra el mar; es decir, los diseños y el tipo de estructura que son necesarias aquí lo hacían muy complejo para lo que se pretendía”, agrega el director de Taxus.

La práctica del piragüismo se evaluó como un elemento más dentro de un proyecto enfocado a renaturalizar los dos cauces fluviales, en un contexto en el que todas las políticas europeas van en la linea de eliminar barreras, sean transversales o sean longitudinales y de hecho la Fundación Biodiversidad puntúan los metros de eliminación de este tipo de barreras para financiar proyectos, explicó el técnico, reiterando que los cauces del Piles y del Peñafrancia tienen “un problema en cuanto al hábitat y el ecosistema ribereño”.

Las medidas

  • Parque fluvial. Se ampliará el cauce con taludes y se creará un bosque de ribera de 10 metros de ancho en cada orilla. El puente de la Coría se cambia por otro mayor y se asegura otro.
  • Parque de escollera. Se sustituye la escollera vertical por un talud. Parte de las rocas retiradas se colocarán en el lecho del río. Se amplía el bosque de ribera.
  • Anillo navegable. Desaparece. Se rellena el canal de derivación del Piles al Peñafrancia y se elimina la isleta de las compuertas y también se eliminan los azudes.
  • Zona del anillo. En las orillas que dan a Las Mestas se crea un talud con vegetación y una senda peatonal. Se modifica el acceso rodado y se reubican dos edificios.
  • Estuario. Se cambia el pavimento por uno permeable a la lluvia y se plantan árboles. En el acceso al río junto a El Molinón se colocará un pantalán para piraguas.


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