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El carril bus crece por las avenidas de la Constitución, Oviedo, La Costa y Pablo Iglesias

Emtusa deberá ajustar sus líneas al metrotrén y el carácter residencial de los viales del centro

El carril bus de La Calzada. Juan Plaza

Aumentar y mejorar la oferta de transporte colectivo. Esa es la línea estratégica número 3 de las diez que conforman la propuesta de futuro para Gijón del Plan de Movilidad Sostenible. En esa propuesta, y en ese futuro, el elemento sustancial es la puesta en marcha del metrotrén, con su prolongación hasta Cabueñes y el nodo de intermodalidad que supondrá la estación de Moreda. El metrotrén cambiará toda la movilidad de Gijón, será la gran apuesta por el transporte colectivo y dará al ferrocarril un protagonismo del que ahora carece.

Menos plazos de espera tendrá el proyecto, impulsado por el Principado con fondos europeos, de un intercambiador en la plaza del Humedal por donde pasarán todos los autobuses interurbanos y urbanos. La cercanía de la estación de metrotrén de la plaza de Europa convertirá esa zona en otro gran espacio de intermodalidad.

En ese contexto, ¿qué pasa con los autobuses, y sobre todo con los de Emtusa? El Plan de Movilidad no determinada cambios en las actuales líneas de la empresa municipal a la espera de la propuesta que salga del estudio que Emtusa tiene en redacción pero habla de una “reordenación integral” de esa red. Los técnicos del Plan estiman que esa reordenación tendrá que tener en cuenta los nuevos puntos de intermodalidad que suponen las paradas del metrotrén pero también las necesidades específicas de los trabajadores, estudiantes y visitantes de la Milla del Conocimiento y y el hecho de que el casco urbano local se convertirá en un área de prioridad residencial con decenas de calles no accesibles al bus.

Lo que sí fija el Plan de Movilidad son actuaciones generales a tener en cuenta. Fundamentalmente, el desarrollo de nuevas plataformas segregadas (carriles bus) que permitan mejorar la velocidad y regularidad del autobús. Ahora mismo Gijón tiene 3,3 kilómetros de plataformas bus entre la avenida de Schulz, tramos en la avenida de la Costa y la avenida de la Constitución y el inaugurado en el verano de 2021 eje de Gran Capitán y Brasil, en el barrio de La Calzada.

El reto es pasar de esos 3,3 a 7,3 kilómetros en 2030 y para ello hay un presupuesto estimado de 2.850.000 euros, donde se computan fondos europeos ya confirmados a través de la zona de bajas emisiones de La Calzada. Hay tres proyectos sobre la mesa. Un carril por toda la avenida de Pablo Iglesias, desde Hermanos Felgueroso a la avenida de la Costa. Otro en un tramo de esa avenida que conecte el futuro intercambiador del Humedal con el carril bus ya existente a partir de la calle Domingo García de la Fuente.

Y un tercero sobre el eje que conforman las avenidas de Oviedo y de la Constitución. En este caso se trataría de prolongar hasta la confluencia con Salvador Allende el carril ya existente en Constitución y hacer, hacia el norte, uno nuevo desde la rotonda de la plaza de los institutos a la Plaza de Europa. El recorrido total previsto en el anteproyecto tiene una longitud aproximada de 2,6 km.

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