Grupos grandes, medianos y pequeños, turistas internacionales y nacionales, gijoneses con ganas de pasárselo bien... de todo hay en los locales hosteleros gijoneses a los que el inicio dominical de la Semana Grande ha llenado interiores y terrazas. Los negocios vuelven a abarrotarse como ya lo hacían antes de la pandemia. O más. Y es que, el ambiente de la Semanona y el incremento del turismo, se hace notar en la hostelería.
"Estas son las mejores fechas para el sector, los eventos y conciertos de la ciudad atraen a mucha gente", asegura Saúl Fernández, empleado en "Casa Fernando", en Cimadevilla. Un ambiente positivo que se traslada de local en local. "Hay muchísima más gente que otros años, con diferencia. Incluso más que las temporadas previas a la pandemia", explica Sonia Vega, gerente de "El AlVoroto". La hostelería local ya comenzó a notar la mayor afluencia de clientela a principios del mes de junio, pero ahora se ha incrementado. "Este fin de semana se empezó a notar mucho movimiento, en parte por los conciertos gratuitos; la gente viene a ver las actuaciones y se queda a comer o tomar algo", dice Vega.
"A partir de la una de la tarde las mesas de la terraza se llenan, no queda ni una sola vacía", explica Alejandro Menéndez, hostelero en la plaza del Marqués. Una situación que también se traslada al establecimiento de café y cócteles "Pedro Pimienta" que regenta Pedro Martínez en la calle Begoña. "Estamos prácticamente llenos, sobre todo en la terraza", afirma.
Las terrazas están llenas y por más horas. Sonia Vega no echa el cierre en todo el día y cuando llega la noche se nota: "Se alargan más las mesas respecto a años anteriores, nosotros cerramos a la una de la madrugada y hay que animar a la gente a salir" . E incluso llega a extenderse más tiempo, como ocurre en "Pedro Pimienta". "Nosotros estamos funcionando muy bien, alargamos las consumiciones hasta las 2.30 horas, no nos podemos quejar", explica su gerente.
Hay turismo local y nacional y, como novedad tras la pandemia, una notoria vuelta del turismo internacional. "Hay más clientes del extranjero, este año sobre todo vienen belgas y franceses", observa Vega. "Vienen grupos de ingleses también", asegura Ángel Cardoso, responsable de la vermutería y tapería "Cactus".
En algunos casos ese incremento del trabajo en barras y mesas conlleva un incremento de la plantilla con nuevas contrataciones de personal. Hay quienes fueron previsores y contrataron nuevos trabajadores el mes pasado. Como en "Casa Fernando". "Hay tres camareros más y otros tantos para cocina", explica Saúl Fernández. Otro ejemplo es el del negocio "Marqués 10" que cuenta con un total de "cuatro camareros" para atender toda la terraza.
Hay turismo local y nacional y, como novedad tras la pandemia, una notoria vuelta del turismo internacional. "Hay más clientes del extranjero, este año sobre todo vienen belgas y franceses", observa Vega. "Vienen grupos de ingleses también", asegura Ángel Cardoso, responsable de la vermutería y tapería "Cactus".
En algunos casos ese incremento del trabajo en barras y mesas conlleva un incremento de la plantilla con nuevas contrataciones de personal. Hay quienes fueron previsores y contrataron nuevos trabajadores el mes pasado. Como en "Casa Fernando". "Hay tres camareros más y otros tantos para cocina", explica Saúl Fernández. Otro ejemplo es el del negocio "Marqués 10" que cuenta con un total de "cuatro camareros" para atender toda la terraza.
Y hay quienes contratan en función de las necesidades de cada jornada. Como en el local de Ángel Cardoso: "Habitualmente somos dos personas en la barra, pero ayer, por ejemplo, llamamos a un par de extras para que vinieran a ayudar", aclaró.
Salir a tomar algo gusta a todo el mundo –más en verano y más en Semana Grande– pero el perfil de la clientela que forman los turistas va matizándose con el tiempo. "Ahora vienen más grupos grandes, sobre todo gente joven de unos 30 años, ya no vienen tantas familias", explica Sonia Vega. Lo que sí tienen en común es el "gasto regular en su visita".
"Se nota que hay más dinero, las cuentas son más elevadas, se ven billetes más grandes", asegura Alejandro Menéndez, empleado del "Marqués 10". De igual modo sucede en el restaurante donde trabaja Saúl Fernández: "la gente que viene gasta más, se nota que quieren disfrutar". "La gente que viene de fin de semana suele consumir más; vienen a comer y a cenar", añade Vega. Eso sí, aquellos que permanecen en la ciudad por una larga estancia "recortan su gasto". "Si pueden comer con unos pinchos lo hacen, lo prefieren a pedir una tapa", matiza Vega.
En conjunto, con la organización de la Semana Grande y la ayuda de un "tiempo que acompaña", el sector hostelero está entusiasmado. "Hay mucha gente, pero lo agradezco, prefiero estar así de apurado que pasar el día con cuatro clientes", cuenta Saúl Fernández. Y prevén que el mes continúe con estas condiciones: "Ya ayer fue un día muy bueno y nos queda por delante la semana fuerte", apunta Cardoso.
Aunque no todos se animan a pronosticar cómo será el resto del mes. "De momento estamos notando más gente, en los próximos días vamos poder ver si mejora respecto a años anteriores", opina Alejandro Menéndez, camarero en la plaza del Marqués.
