La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Una cata que ye mundial

El Salón de la Sidra ofrece una degustación con variedades de 21 países: "Son muy buenas"

9

En imágenes: Celebración de una cata en el Salón de la Sidra Marcos León

Rocío Cano y David García son de los que se estrenan. "Estamos probando y flipando, no sabíamos que había tantas variedades, merece la pena descubrirlas, son muy buenas". Estos dos gijoneses fueron dos de los participantes en la cata organizada dentro de la duodécima edición del Sisga (Salón de la Sidra de Gala), que se celebró ayer en el Hotel Tryp Rey Pelayo. "Diría que son sabores incluso más naturales que los que tenemos aquí", cuenta García. "Es interesante quitarse ese cliché de que la única sidra es la asturiana y probar muchas de las que se elaboran por el mundo", añadió Cano.

El Sisga, con sidra de 73 llagares de 21 países, y con una veintena de asturianos, llega hoy a su fin con la entrega de premios, que serán a partir de las once de la mañana en el Restaurante El Duque. Así se pondrá fin a cuatro días intensos en torno a la sidra. El de ayer fue uno de los días más esperados, con la oportunidad de probar nuevos sabores, investigar, charlar y reflexionar con los productores sobre los procesos que ejecutan para la elaboración.

"Es el segundo año que venimos. Lo bonito es que hay gente del mundo entero, que se interesan por tu producto, y además nos permite darnos a conocer Asturias, donde la sidra es muy importante, al igual que sucede en el País Vasco", relató Ander Lizeaga, productor de "Garitziategi": "Es una sidra, que sale de copa sin escanciar, y no gasificada, aparte tiene otra característica, tiene ocho grados de alcohol, dos más que la sidra natural, utilizamos manzanas muy maduras, para que den mucho azúcar".

Un clásico del Sisga es Christian Stolte, de la localidad escocesa de Aberdeen, en la que elabora "Seidear". "Las manzanas con las que la elaboro son muy especiales, vienen de los castillos de Escocia, crecen en las paredes, ya que por el frío es muy complicado que salga en huertas abiertas", subrayó. "Mi sidra tiene dos etapas de producción, la primera con el método de Francia, para clarificar y mantener el sabor de fruta, que se extiende cuatro meses. Y después lo pongo en botellas para fermentar durante cerca de un año", comentó.

Otra apuesta novedosa llega desde Letonia, de la localidad de Jumpravas, en la que se elabora "Mr. Plume". "Allí no existe cultura sidrera, así que tenemos más margen de cara a la experimentación e innovación", indicó Dace Smiltniece Plume. "Nos formamos en Francia y Austria, en Normandía y en la zona del vino de pera. Y para la elaboración trabajamos con 40 variedades de manzana, algunos exportadas de otros sitios", añadió.

La cata se extendió durante casi tres horas. Y continuó después con una degustación y maridaje con quesos. "Pruebas sidras muy variadas y de países diferentes, es un evento que debería hacerse más a menudo", destacó Nuria Pulgar, que ya suma cinco ediciones de participante en la cata del Sisga. "La única pega que pongo es que me gustaba más el emplazamiento anterior, en la Colegiata San Juan Bautista, ojalá se vuelva allí", relató.

El Sisga, organizado por la Fundación Asturias XXI, ha vivido una de sus ediciones más intensas, con más sidras participantes y más público.

Compartir el artículo

stats