Una treintena de elementos artísticos son testigos del paso del tiempo en el parque gijonés, impasibles ante las adversidades y agentes externos como la meteorología o el vandalismo, que poco a poco han hecho mella en su aspecto.
«Dríadas», de Manuel Álvarez Laviada.
Marcos León
Una treintena de elementos artísticos son testigos del paso del tiempo en el parque gijonés, impasibles ante las adversidades y agentes externos como la meteorología o el vandalismo, que poco a poco han hecho mella en su aspecto.
Busto del pintor Evaristo Valle, de Manuel Álvarez Laviada.
Marcos León
Una treintena de elementos artísticos son testigos del paso del tiempo en el parque gijonés, impasibles ante las adversidades y agentes externos como la meteorología o el vandalismo, que poco a poco han hecho mella en su aspecto.
Homenaje a Fleming, de Luis Moya.
Marcos León
Una treintena de elementos artísticos son testigos del paso del tiempo en el parque gijonés, impasibles ante las adversidades y agentes externos como la meteorología o el vandalismo, que poco a poco han hecho mella en su aspecto.
«Maternidad».
Marcos León
Una treintena de elementos artísticos son testigos del paso del tiempo en el parque gijonés, impasibles ante las adversidades y agentes externos como la meteorología o el vandalismo, que poco a poco han hecho mella en su aspecto.
«Alegoría», de Manuel Álvarez Laviada.
Marcos León
Una treintena de elementos artísticos son testigos del paso del tiempo en el parque gijonés, impasibles ante las adversidades y agentes externos como la meteorología o el vandalismo, que poco a poco han hecho mella en su aspecto.
Estatua de Isabel la Católica, de Marino Amaya, con la mano izquierda dañada.
Marcos León
Una treintena de elementos artísticos son testigos del paso del tiempo en el parque gijonés, impasibles ante las adversidades y agentes externos como la meteorología o el vandalismo, que poco a poco han hecho mella en su aspecto.
«Monumento a don Romualdo Alvargonzález Lanquine», de Gerardo Zaragoza.
Marcos León
Una treintena de elementos artísticos son testigos del paso del tiempo en el parque gijonés, impasibles ante las adversidades y agentes externos como la meteorología o el vandalismo, que poco a poco han hecho mella en su aspecto.
«Diana cazadora», de Manuel Álvarez Laviada.
Marcos León
Una treintena de elementos artísticos son testigos del paso del tiempo en el parque gijonés, impasibles ante las adversidades y agentes externos como la meteorología o el vandalismo, que poco a poco han hecho mella en su aspecto.
Una treintena de elementos artísticos son testigos del paso del tiempo en el parque gijonés, impasibles ante las adversidades y agentes externos como la meteorología o el vandalismo, que poco a poco han hecho mella en su aspecto.