Los negacionismos

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Jesús Martínez Salvador

Jesús Martínez Salvador

Vemos estos días reacciones a derecha y a izquierda sobre la propuesta que en FORO Asturias hemos presentado para reformar nuestro emblemático paseo del Muro de San Lorenzo. No nos sorprende; vivimos una política donde resulta complicado que un partido apoye una propuesta lanzada por otro. Tampoco sorprende que sólo se hable de los proyectos de FORO, pues somos el único partido con propuestas concretas para nuestro concejo y, por ende, la única formación con un proyecto de ciudad.

La población más importante de Asturias necesita ser gobernada con altura de miras y criterio. Hemos retrocedido mucho en estos cuatro últimos años. Mientras otras urbes de similar tamaño al nuestro como A Coruña, Santander, San Sebastián o Vigo han sido capaces de ejecutar proyectos transformadores, en Gijón, lo máximo que nos han ofrecido nuestros gobernantes es el ‘Cascayu’ o, lo que es lo mismo, un bote de pintura para que gijoneses y visitantes paseen por una carretera. A la postre, resultó que encima era ilegal.

La propuesta de soterrar el tráfico en El Muro no es original de FORO; es algo tan evidente y tan de sentido común que todos los gijoneses lo hemos imaginado alguna vez. Basta con salir un poco de casa para comprobar que, por ejemplo, en A Coruña ya lo han hecho. En Riazor, donde un kilométrico aparcamiento subterráneo discurre en el subsuelo paralelo al arenal, y en la renovada Marina, donde una ‘Y’ subterránea garantiza la movilidad del tráfico con un espacio totalmente peatonal en superficie. A Coruña es tan solo un ejemplo, muy gráfico por ser una ciudad costera cercana, de los centenares que en todo el mundo avalan la viabilidad técnica de la propuesta.

Salvados los pormenores técnicos, el otro aspecto que más preocupa a algunos políticos es la viabilidad económica del proyecto. El mismo PSOE que dejó el gobierno en 2011 con una deuda en el Ayuntamiento de más de 220 millones de euros y que había firmado pagar 65 millones de euros por una nave para guardar los autobuses que en realidad valía 15, se escandaliza ahora porque Gijón pueda abordar una obra como esta. Cualquiera diría que un alcalde socialista construyó en los años 90 dos playas artificiales y un Puerto Deportivo en el mismo entorno.

Pero claro, ahí entra eso que decía de la altura de miras y el criterio. Una obra como esta, llamada a estar vigente durante, al menos, los próximos 50 años, no es ni mucho menos inaccesible para Gijón. De hecho, únicamente supone el 3,3% del presupuesto de los próximos cuatro años, siendo su periodo de amortización, como decía antes, de varias décadas. Eso por no hablar de las posibilidades de conseguir financiación en condiciones preferentes por parte de entidades como el Banco Europeo de Inversiones.

En cualquier caso, nuestro Plan MURO es abierto. Por eso, hoy hemos organizado una jornada donde poder debatir sobre la propuesta. Además, participará un experto de prestigio, como el ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, Eduardo Toba Blanco, responsable, entre otros, del proyecto de reforma de las Playas de Orzán y Riazor.

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