De aula en aula | Un recorrido por los centros educativos de Gijón

El colegio Alfonso Camín, un pozo de sabiduría asturiana

El centro de Roces engalana sus paredes con elementos típicos de la región: "Conocen su entorno más cercano"

Al colegio Alfonso Camín le tira la tierrina. El centro de Roces indaga en la región gracias a su proyecto "Caminando por Asturias". El juego de palabras venía al dedillo. Todos están implicados, desde el alumnado de Educación Infantil hasta la última clase de Primaria. En el pasado curso académico, el colegio aprovechó el Mundial de Fútbol para profundizar en los países participantes. Surgió una reflexión. "Las profes de Infantil vieron que aprendemos mucho de otros sitios pero que sabemos poco de Asturias", afirma Rocío Belinchón, una de las docentes que coordina la iniciativa.

Cada curso trabaja una temática. Animales del bosque y vegetación en Infantil, Gijón en primero y segundo de Primaria, minería en tercero, Prehistoria y dinosaurios en cuarto, la costa y los faros en quinto y el Prerrománico en sexto. "Tienen la posibilidad de conocer su entorno más cercano", asegura Rocío Belinchón. El proyecto se cuela en el día a día de las aulas y en las diferentes asignaturas. Como remarca Reyes Mariñas, también coordinadora, Asturias ejerce como "hilo conductor". "En problemas de Matemáticas, en vez de frutas y sandías hay dinosaurios", bromea Belinchón.

Las actividades desembocan directamente en los pasillos del colegio Alfonso Camín, donde poco a poco los alumnos disfrutan de su obra. Ya están dispuestas las "letronas" de Gijón y la zona de faros toma color paulatinamente. Al igual que una cueva. En marcha está también un "photocall" que retrotrae a la época del Mesozoico. Los escolares ya cuentan los días para que llegue el Carnaval, pues se disfrazarán en función del tema que trabajen en clase.

Rocío Belinchón celebra la acogida del alumnado. "Al menos en cuarto de Primaria están como locos, encantados. Son temas que a ellos les gustan un montón", subraya la docente, que esgrime las claves del éxito de este tipo de proyectos de centro. "Aprenden vivenciando, saliendo de los libros de texto", sostiene Belinchón. En su opinión, son múltiples los beneficios que conlleva "Caminando por Asturias". "Hacen trabajo colaborativo, manualidades, respetan lo de los demás, etc.", indica. Coincide Reyes Mariñas. "También adquieren competencias digitales al buscar información", asevera.

Pinturas en mano, Alejandro González, Yajaira Peña, Nerea Montagliani, Eduardo García, David García y Guillermo Prades decoran el faro que próximamente engalanará la pared de la planta baja del colegio. Cada uno se encarga de una parte. Trabajar en equipo es uno de los puntos fuertes del proyecto, que tiene infinitas posibilidades. Que se lo digan a Sonia Jacinto, Enzo Díaz, Mateo Alonso, Yara García y Julia Díaz, empeñados en que su faro luzca como ninguno. En su clase también están con la preparación de máscaras para el Antroxu. "Lo pasamos muy bien", confiesa Sonia Jacinto.

A Hugo Menéndez, Mateo García y Adrián Sierra casi les entran ganas de realizar pinturas rupestres mientras convierten un pasillo en una pequeña cueva. Es lo que ofrece "Caminando por Asturias", un abanico ilimitado de actividades planteadas con un claro propósito: aprender sobre el lugar en el que residen los escolares.

El equipo impulsor del proyecto planea excursiones para que el alumnado le "ponga cara" a lo que estudian en el aula. "Por ejemplo, queremos que los de tercero vayan al Museo de la Minería", declara Reyes Mariñas. El Alfonso Camín prevé que, en marzo, sus paredes estén repletas de la idiosincrasia regional. Una tarea que, visto el entusiasmo de los alumnos, no se antoja complicada.

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