Una multitudinaria reyerta en Gijón se salda con varios heridos: "Se querían matar"

La pelea involucró a dos grupos de jóvenes que se lanzaron sillas y botellas

Lugar en el que tuvo lugar la pelea

Lugar en el que tuvo lugar la pelea

P. P./S. F. L.

Multitudinaria actuación policial anoche en Gijón por una reyerta en pleno centro de la ciudad en la que se vieron involucrados más de una decena de jóvenes, de dos grupos diferentes. Según explicaron testigos presenciales, la trifulca se originó en una terraza de un conocido local hostelero del entorno de la calle Begoña y la plaza Monte de Piedad, en la Ruta de los Vinos y estuvo motivada por rivalidades futbolísticas. Estos mismos testigos aseguran que los grupos estaban conformados por aficionados del Sporting y del Oviedo; si bien, otras versiones apuntan a que los contendientes podían ser seguidores rojiblancos y del Ceares. El incidente comenzó primero como una pelea entre dos personas, pero fue subiendo en intensidad hasta alcanzar tintes de batalla campal. Llovieron sillas, golpes y botellas. Una mujer que vio lo sucedido llegó a asegurar que rompieron cascotes vacíos de cerveza para emplearlos como arma blanca. "Parecía que se querían matar", contó.

La pelea sucedió pasadas las diez de la noche y obligó a movilizar al menos a siete patrullas de la Policía Nacional. Por ahora, no han transcendido de fuentes oficiales ninguna detención, pero sí que los presentes pudieron ver cómo los agentes pudieron alcanzar a unos cuantos de ellos. La reyerta se saldó con varios heridos, aunque en principio de carácter leve ya que, según los testigos, todos ellos escaparon a la carrera cuando escucharon las sirenas de las patrullas. El asunto comenzó primero como un incidente entre dos individuos que se encontraban en la parte exterior de un conocido local de la Ruta de los Vinos. "Comenzaron a pegarse dos y todo el mundo se apartó, pero aparecieron otros dos que cogieron a uno de ellos y le empezaron a meter patadas en la cara", contó un testigo. "Si no llega a separar a los agresores un chaval que andaba por la zona poco menos que lo mataban", añadió esta misma persona para explicar cómo fue el arranque del conflicto.

A partir de aquí la trifulca se escaló hasta implicar a cerca de una decena de personas. Los participantes eran de dos grupos bien diferenciados, según comentaron los presentes. Añadieron que tendrían sobre 25 y 30 años y que algunos iban vestidos con ropas de color negro. Estas mismas personas apuntan a que los motivos que estuvieron detrás de la pelea tenían que ver con rivalidades futbolísticas. Más de una persona afirmó ayer que algunos de los jóvenes eran aficionados del Sporting y otros del Oviedo. Si bien, también hubo quien señaló que los protagonistas de la riña eran aficionados rojiblancos y cearistas. La reyerta fue muy importante. Los que la vieron detallaron que comenzaron a lanzarse entre ellos todo tipo de botellas de cerveza vacías, sillas, mesas y hasta escupitajos. "Algunas botellas pasaron a escasos centímetros de los clientes", afirmaron varios de los presentes. Otros apuntaron a que algunos de ellos rompieron cascotes para emplearlos como posible arma.

El local hostelero en cuyo exterior se originó la pelea sufrió daños en la terraza. Fue uno de los trabajadores de este negocio el que avisó a la Policía Nacional. La rápida intervención de los agentes sirvió para disolver el enfrentamiento. En apenas cinco minutos varios coches cruzaron la calle San Bernardo a toda velocidad. Los presentes destacaron que los implicados, al escuchar las sirenas, emprendieron rápidamente la huida. Unos se fueron por la calle Santa Rosa y otros en dirección a la plaza del Marqués. Otros fuentes apuntaron a que detrás de los de la plaza del Marqués fueron otros jóvenes del grupo rival implicado.

La pelea se cerró con varios heridos. Los testigos afirmaron que algunos de los jóvenes tenían cortes y que uno de ellos recibió importantes lesiones en la cara a consecuencia de algunos golpes que se produjeron cuando estaba tirado en el suelo. Por la plaza quedaron abundantes restos de cristales rotos y también un pañuelo completamente lleno de sangre. Por ahora, no ha trascendido oficialmente que se hayan producido detenciones.