María José Cuervo toma el testigo como líder vecinal de La Arena

"Es una responsabilidad", afirma la nueva presidenta de la entidad, que considera a Tita Caravera, tesorera, como "una maestra"

Por la izquierda, Esther Ramos, Pilar Pintos, Miguel Badal, Tita Caravera, María Concepción Guiote, María José Cuervo, Ana Masip y María Parada, ayer, en la sede vecinal de La Arena.

Por la izquierda, Esther Ramos, Pilar Pintos, Miguel Badal, Tita Caravera, María Concepción Guiote, María José Cuervo, Ana Masip y María Parada, ayer, en la sede vecinal de La Arena. / Juan Plaza

Refrendado el relevo en la asociación vecinal de La Arena. La asamblea general de socios ratificó ayer a la nueva directiva que liderará el colectivo durante, al menos, los dos próximos años. Una lista encabezada por María José Cuervo, tesorera los últimos 14 años. Este cargo tendrá quien fuera su predecesora, Tita Caravera, que da un paso al costado de la primera línea. «Seguiré echando una mano», señaló Caravera, que remarcó que deja la presidencia en buenas manos. «María José es muy capaz y estaré a su lado para apoyarla en todo lo que pueda», subrayó. Pilar Pintos será la secretaria, mientras que los vocales serán Miguel Badal, María Concepción Guiote, Esther Ramos, María Parada y Ana Masip.

María José Cuervo, también vicepresidenta de la Federación de Asociaciones Vecinales de la Zona Urbana (FAV) y directiva de la Confederación Estatal de Asociaciones de Vecinos, asume su nueva función como «una responsabilidad». «Trataremos de dar el mejor servicio porque hay un buen equipo», afirmó Cuervo, que pone sobre la mesa la «preocupación» reinante en el barrio por el precio de la cesta de la compra y de los alquileres. Además, la presidenta lamentó el «envejecimiento» de La Arena y la escasez de espacio verde. «El parque de la Fábrica de Gas pide una remodelación a gritos», declaró la flamante dirigente vecinal, que puso sobre la mesa la necesidad de mejorar la zona infantil del mismo. A Cuervo le gustaría retomar las clases de idiomas en la asociación y seguir con actividades de yoga, informática o pilates. Otra de las dificultades que atraviesan los vecinos, cree la presidenta, tiene que ver con el tráfico. «Hay carencia de aparcamientos», manifestó, al tiempo que aseguró que intentará fomentar el «sentido de pertenencia» al barrio.

«No hay ese arraigo como en La Calzada, Pumarín o El Polígono, por ejemplo», esgrimió María José Cuervo, que admitió que «no es fácil» integrar a la gente joven en el día a día del movimiento vecinal. Un ámbito en el que Cuervo considera a Tita Caravera, líder vecinal de La Arena los últimos 16 años, como «una gran maestra». «De ella aprendí todo», confesó Cuervo, para la que su referencia siempre había sido Óscar Piñera, histórico líder de la asociación de vecinos de El Coto, Ceares y Viesques fallecido en 2022.

«Tita me abrió las puertas de todos los sitios, le estoy muy agradecida», reconoció Cuervo, que ensalzó la cercanía de Caravera. «Está siempre pendiente de ti», ahondó. A partir de ahora, ambas seguirán compartiendo quehaceres vecinales, aunque con los roles cambiados respecto a lo que era costumbre. Tita Caravera es una ilustre de la escena vecinal de la ciudad. Entre 2011 y 2016 presidió la FAV y en 2019 recibió la Medalla de Plata de la Villa junto a Luismi Piñera, cronista oficial y colaborador de LA NUEVA ESPAÑA, y Soledad Lafuente, líder vecinal de Somió. Un logro del que Caravera se siente «orgullosísima». «Fue el broche de oro», aseveraba ayer.

Para Caravera, que conoce al dedillo La Arena, uno de los problemas del barrio reside en la falta de «espacio físico». «No podemos reivindicar una guardería o algo así. La alternativa es aprovechar los espacios que ya hay», sostuvo la nueva tesorera del colectivo vecinal, que también resaltó que la soledad en la gente mayor es otro de los retos a encarar. «La Arena merecería un centro de día», sentenció. A su vez, Tita Caravera abogó por regular la normativa de pisos turísticos. «Si no ocurre, esto se pondrá como Barcelona», agregó. Como Cuervo, deseó una mayor implicación vecinal de ahora en adelante. «Los jóvenes participan menos», apuntó Tita Caravera, que puso en valor la trascendencia del movimiento vecinal, que «no es lucido». «Se trabaja mucho y se ve poco», apostilló. La Arena inició ayer un nuevo periodo con un cambio de calado en su cara más visible, si bien las líneas de trabajo continuarán por la senda que dejó Tita Caravera.

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