El "pastel del peregrino", tradición e innovación confitera que homenajea al Camino de Santiago en Grado

Manzana, canela y almendra sobre pasta quebrada son los ingredientes de esta original creación de Pastur, establecimiento de la villa moscona que ha patentado la delicia con forma de vieira

Carolina Fernández, con una bandeja de unidades del "pastel del peregrino".

Carolina Fernández, con una bandeja de unidades del "pastel del peregrino". / Irma Collín

La tradición confitera de Grado es bien conocida, por su cantidad de establecimientos y la calidad y fama de sus muchas especialidades. Los distintos locales tienen elaboraciones clásicas y típicas del concejo, aunque la innovación también es seña de identidad de algunos obradores. Es el caso de la Confitería Pastur, donde a las muchas propuestas que se adaptan a los gustos de los más jóvenes se suman originalidades como el "pastel del peregrino", dedicado a los caminantes que pasan por la villa realizado la ruta jacobea que atraviesa la localidad. La creación es una delicia de manzana, canela y almendra sobre pasta quebrada y tiene un diseño patentado con forma de vieria, la de la concha que identifica al Camino y portan muchos de los que lo realizan colgada de sus mochilas.

El "pastel del peregrino", con forma de vieira.

El "pastel del peregrino", con forma de vieira. / Irma Collín

Pastur es un establecimiento con dos décadas de vida y que destaca no solo por la calidad de sus productos, sino por ofrecer desde que abrió sus puertas nuevas creaciones a sus clientes e impulsar iniciativas que den a conocer Grado. En este marco se sitúa el "pastel del peregrino".

La idea surgió a partir de una tarta que se hizo para una reunión de amigos, que gustó mucho. Como Grado es lugar de paso de cientos de peregrinos, se pensó en aprovechar la receta para hacer un dulce individual con el que homenajear al Camino y a quienes lo hacen y, a la vez, que se identificara rápidamente con la ruta jacobea por su forma. Dicho y hecho. Aunque el proceso fue relativamente rápido, tuvo su dedicación para materializar el proyecto.

Se decidió que la forma fuese la de una vieira, pero los moldes tuvieron que hacerse uno a uno, en un ferreiro, que asumió el reto de crearlos. Una vez patentados junto a la creación, a producir este riquísimo dulce que cuando está en el horno huele a la compota de manzana que tanto se hacía en los hogares y a la canela que lleva la receta. Aunque es suave al paladar, es contundente y nutritivo para el estómago y para reponer fuerzas.

Exterior de la confitería Pastur, en la calle Manuel Pedregal.

Exterior de la confitería Pastur, en la calle Manuel Pedregal. / Irma Collín

La creación es uno más de los éxitos de esta confitería que es también cafetería en el centro de Grado, en la calle Manuel Pedregal, y que regentan Carolina Fernández y José Luis Pastur, maestro confitero que elabora este dulce entre muchos otros. En el negocio hay gente joven vinculada a la familia y en este caso de ahí vienen en ocasiones otras propuestas, ese "hacer cosas nuevas de vez en cuando", como las muchas especialidades de palmeras con coberturas "modernas" de delicias de cremas muy conocidas en el mercado y que triunfan entre los chavales y niños, aunque también entre los mayores. Los cruasanes en redondo, tipo roller, con diversos rellenos, son también parte de la amplia oferta de este local en el que tampoco faltan las elaboraciones más tradicionales en pastelería y otros productos como empanadas o pastas, también seña de identidad de Pastur.