El vía crucis, a cubierto en la iglesia de Grado y empapado de devoción

La Cofradía del Santísimo Cristo de la Buena Muerte dedicó la estación penitencial celebrada en la iglesia a Roberto Rodríguez, hermano mayor recientemente fallecido

El vía crucis, a cubierto en la iglesia de Grado y empapado de devoción

LNE

Ángela Rodríguez

En vilo hasta el último minuto, una iglesia de Grado a rebosar esperó impaciente la salida del Nazareno. Imponente, con su cruz a cuestas, el venerado Cristo no pudo, finalmente, salir del templo a causa de la pertinaz lluvia. Aunque no por ello dejó de recorrer el camino, esta vez interior, hasta la cruz, arropado por decenas de moscones.

"El tiempo no acompaña para salir, pero lo vamos a hacer igualmente aquí. No hace falta que diga a los cofrades que esta estación penitencial está dedicada a una persona", señalaron los responsables de la Cofradía del Santísimo Cristo de la Buena Muerte. Esta Semana Santa se celebra con un nuevo hermano mayor al frente, Ramón González, en sustitución del recientemente fallecido Roberto Rodríguez.

"Este miércoles, la procesión es quizá más para la gente de Grado, más familiar…Pero para nosotros tiene el mismo interés que la del Viernes Santo, aunque ese día sacamos al titular", apuntó Álvaro Valdés, secretario de la cofradía, desde el interior de una iglesia que vivió con fervor el vía crucis. El camino a la muerte "de aquel que pasó por el mundo haciendo el bien y liberando a los oprimidos", destacó el oficiante.

El buen hacer de la Unión Musical del Principado envolvió de solemnidad la celebración. Entre el público, vecinas con mantilla de luto sostenían las velas encendidas, los pequeños agarraban la representación de los misterios hecha cartulina y la tuna de la Universidad de Oviedo afinaba también los instrumentos. "El año pasado, la Unión Musical del Principado creó una marcha especial para el Nazareno de Grado: ‘Abrazado a tu cruz’. Hoy la interpretan de nuevo", destacó Valdés.

La imagen de la Dolorosa, con las cofrades listas para portar el paso. | A. R.

La imagen de la Dolorosa, con las cofrades listas para portar el paso. | A. R. / Ángela Rodríguez

Frente a frente al Cristo, la imagen de la Virgen Dolorosa también estuvo escoltada por su propio séquito de porteadoras, de ropaje blanco y morado. Son una parte de los trescientos cofrades con los que, aproximadamente, cuenta el Santísimo Cristo de la Buena Muerte. La muerte que, para los cristianos, "no es el final del camino", cantó la Tuna, alabando también al Cristo de los Gitanos.

"La cofradía empezó a salir en 2012. Poco a poco fuimos haciéndonos con todo los enseres. En Grado no había mucha tradición ni todo lo que se necesita para procesionar", explica Valdés. La fe y la devoción en Cristo servirán hoy para que los moscones se reúnan de nuevo en torno a la misa de la Última Cena, a las 18.00 horas. A las 21.00 horas será la Hora Santa.