La Habana / Washington

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, aseguró a la bloguera cubana Yoani Sánchez que quiere para la isla «un mayor respeto a los derechos humanos y a las libertades políticas y económicas», según publicó ella ayer en su bitácora «Generación Y».

En respuesta a un cuestionario que le envió Sánchez por escrito, el mandatario también dice que es partidario del diálogo directo con el Gobierno de Raúl Castro, pero que no quiere «hablar por hablar».

«Llevo tiempo diciendo que es hora de aplicar una diplomacia directa y sin condiciones, sea con amigos o enemigos. En el caso de Cuba -aclara Obama-, el uso de la diplomacia debería resultar en mayores oportunidades para promover nuestros intereses y las libertades del pueblo cubano».

Obama no descarta una visita a Cuba, pero cuando la situación de los derechos humanos en la isla lo permita. «Las herramientas diplomáticas han de usarse sólo después de minuciosos preparativos y como parte de una estrategia clara», señala el Presidente en su respuesta.

«Mi administración está lista para establecer lazos con el Gobierno cubano en un número de áreas de mutuo interés, como hemos hecho en las conversaciones migratorias y sobre correo directo», respondió Obama a Sánchez.

«También me propongo facilitar mayor contacto con el pueblo cubano, especialmente entre familias que están divididas, algo que he hecho con la eliminación de restricciones a visitas familiares y a remesas», agregó.

Obama asegura en su contestación que quiere «establecer vínculos también con cubanos que están fuera del ámbito gubernamental», porque «está claro que la palabra del gobierno no es la única que cuenta en Cuba».

Aclara, además, que «Estados Unidos no tiene intención alguna de utilizar fuerza militar en Cuba» y afirma que «sólo los cubanos son capaces de promover un cambio».

En paralelo, demócratas y republicanos debatieron ayer una ley que busca levantar la veda de viajes a Cuba para todos los estadounidenses. La audiencia del Comité de Exteriores de la Cámara de Representantes, la primera desde 2007, tuvo momentos de tensión, y también de aplausos del público a favor y en contra de la iniciativa.

Así, la legisladora republicana de Florida, Ileana Ros-Lehtinen, se declaró «ofendida» por la postura del ex «zar antidrogas» con Bill Clinton, el general retirado Barry McCaffrey, que apoyó un aumento en los contactos directos con Cuba. McCaffrey también se sintió «ofendido» por las insinuaciones de la congresista de que él simpatizaba con Castro y afirmó que «Cuba no representa una amenaza para la seguridad nacional de EE UU».

El proyecto de ley tiene 179 copatrocinadores, pero necesita al menos 218 del total de 435 votos de la Cámara baja para prosperar. La presidenta de la Cámara baja, Nancy Pelosi, duda de que la medida sea votada en lo que resta del año.