Oviedo, Agencias

El Gobierno español ha admitido finalmente que no podrá sacar adelante su intención de que la UE modifique la llamada posición común que rige las relaciones de los 27 con Cuba y que supedita el diálogo con el castrismo a avances democráticos en la isla. El cambio de la posición común, fijada en 1996 a instancias del entonces presidente Aznar, era uno de los objetivos de la Presidencia semestral española del Consejo de la UE.

Fuentes del Ministerio de Exteriores se mostraron ayer convencidas de que el cambio de la posición de la UE no es posible tras la muerte del disidente cubano Orlando Zapata después de una larga huelga de hambre. De hecho, en aras de lograr la mayor unidad posible, los europarlamentarios socialistas votaron la semana pasada en contra de una proposición de Izquierda Unitaria, el eurogrupo en el que se integra IU, para que la Eurocámara apoyase el cambio de la posición común. Eurosocialistas y europopulares votaron, en cambio, al unísono una proposición en la que se condena a Cuba por la muerte de Zapata en la cárcel.

Moratinos ya defendió la propuesta de cambio cuando viajó a La Habana el pasado octubre, aunque ya entonces reconoció que sería difícil cualquier cambio por las reticencias de países como Suecia, Holanda, Reino Unido, Chequia o Alemania. Ahora bien, si la situación de partida era difícil, la muerte de Zapata y la actual huelga de hambre del opositor Fariñas han vuelto imposible cualquier cambio, ya que sería interpretado como un balón de oxígeno para el castrismo y un golpe bajo para las aspiraciones de la oposición cubana.

La plataforma «Cuba Democracia ¡Ya!», que reúne a opositores al régimen de los hermanos Castro, celebró ayer mismo que España haya «desistido en su empeño» de cambiar la posición común. La plataforma lamentó, no obstante, que el cambio de actitud de Madrid sea sólo táctico y se deba a la falta de apoyo con la que cuenta en la UE la propuesta de cambio, en lugar del convencimiento de que la posición común es lo «mínimo» que puede exigir una «democracia como la europea a una dictadura como la cubana». De hecho, las citadas fuentes de Exteriores matizaron ayer que Madrid no renuncia a abrir el debate sobre la necesidad de revisar la posición común.

Por otra parte, Reyna Tamayo, madre del fallecido Orlando Zapata, exigió ayer al Gobierno cubano el acta de defunción de su hijo y la exhumación del cuerpo, en el primer día de protestas de las Damas de Blanco por el séptimo aniversario del encarcelamiento de 75 disidentes, condenados en la llamada «Primavera Negra» de 2003, acusados de ser «mercenarios» a sueldo de EE UU. «Yo no sé, en realidad, de qué murió mi hijo» el pasado 23 de febrero, dijo la madre de Zapata, quien justificó su petición de exhumación en la necesidad de demostrar que su hijo «sufrió una golpiza el 26 de septiembre» de 2009.