La noticia del baño de sangre sorprendió al primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, en Santiago de Chile, desde donde advirtió que su país, al que pertenece la ONG responsable del flete, «no se quedará en silencio y con los brazos cruzados ante este inhumano terrorismo de Estado».

Para Erdogan, citado por Efe, el ataque de la madrugada de ayer demuestra que el Estado judío «no quiere la paz en la región», ya que, añadió el líder de los turcos, «estas posturas la amenazan».

Ankara, que resaltó la violación de derecho internacional que representa un ataque en aguas internacionales, reaccionó con rapidez a los hechos y solicitó tanto una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU como otra de la OTAN, que se celebrará hoy, martes. Los dos antiguos aliados -puntas de lanza de EE UU en la zona durante la «guerra fría»- se encuentran cada vez más cerca de la ruptura de relaciones.

Erdogan puso de manifiesto el secretismo que a lo largo de toda la jornada de ayer rodeó las consecuencias del abordaje. Ni el número, ni la filiación, ni la nacionalidad de los muertos y los heridos era conocida con un mínimo de precisión anoche, al cierre de esta edición. Lo único cierto era que una treintena larga de los activistas humanitarios había sido desembarcada en el puerto de Ashdod. Del resto, se decía que permanecían en los barcos, de los que algunos se negaban a salir. En cuanto a los heridos, se estimaban en cerca de 40, pero sin ningún tipo de confirmación oficial. Este secretismo del régimen hebreo fue denunciado por la Federación Internacional de Periodistas.

En los territorios palestinos, mientras tanto, Hamas decretó el estado de alerta en la Franja de Gaza y convocó a un Día de la Ira, mientras que el presidente de la ANP, Mahmud Abbás, habló sin paliativos de «masacre», en un comunicado emitido desde la cisjordana Ramala, en el que decretó tres días de luto en todos los territorios palestinos.

Sin embargo, y este fue un detalle que llamó la atención de los observadores, Abbas no dijo en ningún momento que el diálogo indirecto de paz con Israel haya quedado suspendido. Gaza es cosa de Hamas y el poder de Abbas se limita Cisjordania.