Washington / Oviedo

El presidente de EE UU, Barack Obama, calificó ayer de «insostenible» la situación en Gaza y pidió a Israel «un nuevo enfoque» y que trabaje con todas las partes para encontrar una solución. Asimismo, anunció que EE UU va a entregar a los palestinos una ayuda al desarrollo valorada en 400 millones de dólares (unos 335 millones de euros).

Después de reunirse en la Casa Blanca con el presidente palestino, Mahmud Abbas, Obama explicó que este dinero se usará para construir viviendas, colegios, centros médicos y sistemas hídricos tanto en Cisjordania como en la Franja, pero no dijo cómo se va a administrar en este último territorio, gobernado por el grupo islamista Hamas.

«Mientras trabajamos con nuestros socios de la Autoridad Palestina, Israel, Egipto y la comunidad internacional para poner en práctica una nueva estrategia, estos proyectos representan un anticipo del compromiso de EE UU con los palestinos de Gaza, que merecen una vida mejor y mayores oportunidades, así como la posibilidad de participar en la construcción de un Estado palestino viable e independiente junto con quienes viven en Cisjordania», dice la nota.

Obama añadió: «Estamos de acuerdo en que los israelíes tienen derecho a impedir que entren armas en Gaza», pero se necesitan «mecanismos nuevos» para que en ese territorio puedan entrar más productos. El presidente reiteró que la solución a largo plazo es un acuerdo permanente que cree «un Estado palestino que exista junto a un Israel seguro». Abbas pidió una vez más a Israel que ponga fin al «sitio» impuesto por Israel.

Entre tanto, y en respuesta a las intensas presiones internacionales, Israel anunció ayer una mínima relajación del embargo, al permitir la entrada por primera vez en tres años de galletas, aperitivos, patatas fritas, refrescos, mermelada, frutas en conserva, zumos, y dulces.

Cemento, materias primas para la industria y la agricultura, madera, electrodomésticos, maquinaria eléctrica, televisores y transistores son bienes cuya importación Israel sigue vetando. Hamas restó importancia a la suavización del embargo y afirmó que lo que necesita son materiales para reconstruir Gaza. Un total de 48 camiones cargados con la ayuda humanitaria confiscada a la flotilla humanitaria continúan retenidos en un paso fronterizo porque, según Israel, Hamas se niega a aceptarlos.