La Habana, Agencias

El opositor cubano Ariel Sigler, excarcelado el pasado día 12 por su grave estado de salud, ha obtenido un visado humanitario de EE UU e iniciará en los próximos días los trámites legales para viajar, informaron ayer fuentes de la disidencia interna.

Sigler asistió ayer junto a su esposa, Noelia Pedraza, a una misa en la iglesia de Santa Rita de Casia, junto con el grupo Damas de Blanco, integrado por mujeres familiares de los presos políticos, que piden su liberación con marchas pacíficas.

El opositor, de 47 años y que quedó parapléjico en la cárcel, fue el primer disidente excarcelado tras el diálogo iniciado el mes pasado entre la Iglesia católica de la isla y el Gobierno de Raúl Castro.

El general Castro recibió el domingo al canciller del Vaticano, Dominique Mamberti, horas antes de concluir una visita oficial y pastoral de cinco días a la isla, y el presidente de la Conferencia Episcopal, Dionisio García, confió ayer en que esa visita se traduzca en nuevas excarcelaciones de presos políticos.

Pero, mientras tanto, el juicio del disidente Darsi Ferrer, detenido en julio de 2009 por los delitos de «receptación» y «atentado», y declarado preso de conciencia por Amnistía Internacional (AI), se celebrará hoy, informó ayer a «Efe» un familiar.

Ferrer, un médico de 40 años que fue director del centro de salud y derechos humanos «Juan Bruno Zayas» de La Habana, es conocido por haber organizado durante varios años marchas en un céntrico parque de La Habana por el «Día mundial de los Derechos Humanos», que se celebra el 10 de diciembre.