Las visitas al Big Ben, la famosa torre del reloj del Parlamento británico, seguirán siendo gratuitas después de que los diputados dieran hoy marcha atrás al plan para cobrar una entrada de 15 libras (18 euros).

La Cámara de los Comunes se reveló contra la medida presentada el pasado 5 de marzo por la que se pretendía que los visitantes pagaran a partir del 2 de julio para subir los 334 escalones que llevan a lo más alto de uno de los símbolos más visibles de la capital británica.

Cerca de 10.000 personas ascienden cada año al Big Ben, unas visitas que cuestan al contribuyente británico cerca de 93.000 libras (unos 110.000 euros), según los cálculos del Parlamento.

Si bien la propuesta para cobrar una entrada tenía como objetivo cubrir esos gastos, los diputados de los Comunes argumentaron que la medida sería disuasoria tanto para los turistas que visitan Londres como para los británicos que quieren ver la torre.

Por ese motivo, el Parlamento decidió anteponer el que consideran un "derecho" de los ciudadanos a visitar el Big Ben a las motivaciones económicas y pospuso la decisión sobre cobrar una entrada, al menos, hasta 2015.

Según el plan inicial, se pretendía hacer coincidir la entrada en vigor del canon para ver la torre con el Jubileo de Diamantes de la Reina Isabel II y la celebración de los Juegos Olímpicos, dos acontecimientos que atraerán a cientos de miles de visitantes a la capital británica.