El secretario de Defensa estadounidense, James Mattis, pidió hoy a Corea del Norte no arriesgarse a ejecutar amenazas que serían el final del régimen y le recordó que sus acciones quedarán "extremadamente superadas" por la fuerza militar de Estados Unidos.

En un comunicado, el jefe del Pentágono exigió a Corea del Norte "cesar toda consideración de acciones que le lleven a su final, al de su régimen y a la destrucción de su pueblo".

"Las acciones (militares) de Corea del Norte continuarán estando extremadamente superadas por las nuestras y (Pyongyang) perdería toda carrera armamentística o conflicto a que dé comienzo", añadió Mattis.

En opinión del jefe del Pentágono, Corea del Norte debe de dejar de "aislarse por sí misma y cesar su consecución de armas nucleares", así como tomar nota de la unanimidad del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a la hora de aprobar la última ronda de sanciones contra el régimen de Kim Jong-un este fin de semana.

Mattis subrayó que tanto EE.UU. como sus aliados "han demostrado capacidad y su incuestionable compromiso para defenderse de un ataque", después de que las Fuerzas Armadas norcoreanas amenazaran con atacar con misiles la isla de Guam, donde se encuentra una estratégica base naval estadounidense.

El titular de Defensa dijo que el Departamento de Estado está haciendo todo lo posible para resolver la "amenaza global" que representa la actitud de Corea del Norte por la vía diplomática, pero el presidente de EE.UU., Donald Trump, puso, desde su llegada al poder, énfasis en la disuasión nuclear.

"Se debe destacar que con las alianzas militares aliadas combinadas ahora poseemos las más precisas, entrenadas y robustas capacidades ofensivas y defensivas de la Tierra", añadió Mattis, en una dura advertencia.

Los avisos del Pentágono se dan después de que Trump amenazara ayer a Corea del Norte de responder con "furia y fuego" si seguía realizando amenazas militares y nucleares, algo a lo que Pyongyang contestó amenazando con bombardear la isla de Guam.

El cruce de amenazas llega después de que Corea del Norte probara con éxito dos misiles intercontinentales y de que se haya revelado que la inteligencia estadounidense considera que el régimen comunista ha desarrollado una ojiva nuclear que se puede montar en un misil.

Pese a esta amenaza, el secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, aseguró hoy que "los estadounidenses puede dormir tranquilos de noche".

En unas declaraciones realizadas en un avión oficial que le trasladaba desde Tailandia hasta la base naval estadounidense en Guam, Tillerson aseguró que los estadounidenses no deberían preocuparse después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, amenazara con "fuego y furia" a Corea del Norte.

Según Tillerson, Trump estaba intentando enviar un "fuerte mensaje" al líder norcoreano, Kim Jong-un, que "pueda entender, porque no parece entender el lenguaje diplomático", y para evitar algún tipo de "malos cálculos".

"Nada de que lo que yo he visto o que sepa indicaría que la situación haya cambiado drásticamente en las últimas 24 horas", aseguró Tillerson.

El secretario de Estado no trató las declaraciones de este lunes de Trump como una amenaza de ataque preventivo contra Corea del Norte y opinó que el presidente "reafirmó que tenemos la capacidad de defendernos y defender a nuestros aliados, y lo haremos".

La amenaza de Trump, que hoy recordó que el poderío nuclear estadounidense es "ahora más poderoso y fuerte que nunca antes", se dio justo después de que medios estadounidenses revelaran que la inteligencia del país norteamericano considera que Pyongyang ya puede montar una ojiva nuclear en un misil intercontinental.

El lenguaje de las declaraciones sobre "fuego y furia", más habitual de Pyongyang que de Washington, llevó al régimen norcoreano a amenazar con un ataque de misil de medio alcance Hwansong-12 contra la base naval de Guam.

Además, Estados Unidos calcula que el régimen comunista norcoreano podría disponer de unas 60 armas nucleares, por encima de estimaciones anteriores.