El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció ayer que Singapur y la frontera intercoreana son los dos lugares que la Casa Blanca evalúa para su primera e histórica reunión con el dictador norcoreano, Kim Jong-un.

"Estamos evaluando diferentes países, incluido Singapur", dijo Trump durante una rueda de prensa en la Casa Blanca con el presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari.

Horas antes, Trump había adelantado que su encuentro en "tres o cuatro semanas" con Kim podría celebrarse en la linde intercoreana, donde el viernes se reunió el dictador con el presidente surcoreano, Moon Jae-in.

En su cuenta de Twitter, el magnate escribió que numerosos países "están siendo considerados" para esa reunión, pero se preguntó si "sería la Casa de la Paz, en la frontera de Corea del Norte y del Sur, un sitio más representativo, importante y duradero que un país tercero". "¡Sólo pregunto!", puntualizó Trump.

Distensión

Entre tanto, los dos mandatarios coreanos prosiguen con su política de gestos de distensión. Así, mientras Seúl anunció que hoy empezará a desmantelar las torres de altavoces de propaganda instaladas en la frontera con Corea del Norte, Pyongyang anunció que unificará su huso horario con Corea del Sur a partir de este sábado para promover "la reconciliación y la unidad", informaron ayer los medios estatales.

En otro punto de máxima tensión con su vecino del Sur, en agosto de 2015, el régimen norcoreano decidió retrasar la hora 30 minutos para regresar a su huso tradicional de hace más de un siglo.

Por su parte, el Ministerio de Defensa surcoreano ya puso fin el pasado día 23 a las emisiones de propaganda en la frontera con el Norte a fin de favorecer el clima conciliatorio entre ambos países y de cara a la histórica cumbre.

En este clima, Moon dijo ayer que Trump "debería ganar el premio Nobel de la Paz" por sus esfuerzos para reducir las tensiones en la península de Corea y lograr la desnuclearización.