Son algunas de las 279 menores que fueron secuestradas en el noroeste de Nigeria el pasado viernes. Liberadas de sus captores ya han podido reunirse con algunos familiares. Padres como este que no puede dejar de llorar, emocionado por el regreso de su hija.  En el momento del secuestro, algunas de las niñas pudieron huir hacia el bosque. La mayoría de las menores parecían estar ilesas, pero, al menos, una docena han tenido que ir al hospital para recibir tratamiento. La mayoría estaban descalzas y varias tenían heridas en los pies.  La noticia de la liberación de las niñas trae "una alegría abrumadora" a los padres y al gobierno nigeriano como ha indicado el presidente del país en Twitter. "Me complace que su terrible experiencia haya llegado a un final feliz sin ningún incidente", escribía. El secuestro de niños en escuelas por parte de Boko Haram y otros grupos armados ha resurgido, incluso en zonas del país que antes se libraban de esta lacra.