Represión en Rusia

El Kremlin asegura desconocer el paradero del opositor ruso Alekséi Navalni

El disidente lleva 7 días desaparecido, durante los cuales no ha hablado con sus abogados

El líder opositor rus Aleksei Navalni

El líder opositor rus Aleksei Navalni / EP

Àlex Bustos

Uno de los nombres más incómodos para el poder ruso es el de Alekséi Navalni. El opositor lleva desde 2021 en una colonia penal a unos pocos cientos de kilómetros de Moscú, donde se le castiga por faltas menores como no saludar a otro recluso o utilizar palabras malsonantes. Pero hace una semana que sus abogados no saben dónde se encuentra su defendido. Tampoco ha comparecido en las vistas que tenía pendientes por videoconferencia.

El portavoz del KremlinDmitri Peskov, señaló este miércoles en su rueda de prensa diaria que desconoce el paradero de Navalni. "No, nosotros no tenemos ni intención ni posibilidad de conocer la suerte de los presos y los pormenores de su estancia en las correspondientes instituciones penitenciarias", fueron sus palabras exactas durante el encuentro con los periodistas asistentes.

Los colaboradores del opositor denuncian que no pueden dar con él. Los responsables de la colonia penal de Melejovo, en la región de Vladímir y relativamente cerca de Moscú, afirman que ya no está ahí. Las autoridades penitenciarias previamente justificaron sus ausencias de las vistas judiciales online por "problemas de conexión". Ningún ente ruso ha confirmado públicamente dónde se encuentra Navalni actualmente. Kira Yarmish, su secretaria de prensa señaló que "se niegan a decir dónde lo han trasladado". Ella misma mostró preocupación porque "en el caso de Alekséi (Navalni), está solo con la gente que intentó matarle".

Estaba previsto que lo trasladaran, un proceso que puede durar hasta un mes por las largas distancias dentro de Rusia y por la situación de algunas de estas colonias penitenciarias. Este camino se suele hacer en furgoneta o vagones de tren adaptados, habitualmente en condiciones de hacinamiento.

Contra el poder

Navalni, abogado de formación, está cumpliendo una condena de 19 años por extremismo y está a la espera de ser trasladado a una cárcel "de régimen especial", el nivel más duro dentro del sistema penitenciario ruso. Hasta ahora él ya se encontraba en una colonia penal, una institución heredada de la Unión Soviética y peor que las prisiones estándares, más parecidas a sus equivalentes occidentales.

El disidente lleva años luchando contra el oficialismo ruso y contra Vladímir Putin. Es por ello que no es del agrado del poder ruso, que nunca le dejó participar en unas elecciones contra el líder ruso. En su primer intento de participar en unas presidenciales fue rápidamente anulado por un delito fiscal, el llamado caso Yves Rocher.

Recientemente su equipo pagó para que vallas publicitarias de la capital rusa lucieran el lema "Rusia. Feliz año nuevo" junto a un código QR que llevaba a la página "“Putin no", en la que se pedía que se votara en las próximas elecciones presidenciales del 17 de marzo en contra del presidente ruso.