Alberto Tamargo, secretario de la comisión de fiestas de Lugo de Llanera, y Ángel Fernández-Peña, presidente de la asociación de vecinos Cafamilu, de la misma localidad, aún le dan vueltas a los últimos detalles que tendrán que tener en cuenta para la jira a Santufirme, que vuelve el próximo domingo 1 de mayo tras dos ediciones sin celebrarse por la pandemia. El incendio que quemó una parte del monte les ha obligado a trasladar unos metros el emplazamiento habitual hasta un merendero que hay enfrente y que se libró de la quema. El jueves todavía se planteaban la posibilidad de hacerlo donde siempre, pero cierto olor a quemado les decidió a llevar a cabo el cambio.

La organización de esta jira, aunque requiere de tiempo y molestias, es sencilla porque se trata de una fiesta de un día, en la que el día anterior se instalarán una carpa de 9 x 3 metros y otras dos más de 3x3. Lo habitual es que se reúna en Santufirme unas 500 personas, aunque tanto Alberto Tamargo como Ángel Fernández-Peña son conscientes de que todo depende del tiempo: "Si hace malo se puede venir todo abajo y si hace bueno lo mismo te quedas sin bebida antes de tiempo". El Ayuntamiento de Llanera ya ha limpiado el prado donde se va a celebrar la fiesta y Alberto Tamargo tiene preparadas la orquesta que amenizará la jornada y la barra que que se instalará ese día en Santufirme y con la que se esperan sufragar los gastos.

Ángel Fernández-Peña reconoce que "son muchas las personas que preguntan por la jira" y Alberto Tamargo lo confirma: "La gente después de la pandemia tiene muchas ganas de fiesta". El incendio del monte fue algo que "mosqueó mucho", dice Fernández-Peña, que asegura que eso les obliga a "salir de la rutina" habitual de la jira. Pero Alberto Tamargo insiste: "Lo importante en realidad es que haga buen tiempo".

El secretario de la comisión de fiestas sabe que esto es solo un aperitivo ante lo que les viene en agosto, con las fiestas de Santa María de Lugo de Llanera, que comienzan el domingo posterior al 15 de agosto y que por su duración requieren un esfuerzo organizativo mucho mayor. "El parón hizo daño, nosotros somos un grupo de amigos que llevamos esto y tenemos claro que este va a ser nuestro último año, tiene que venir otra gente", dice. Y es que la organización de todas estas actividades, de manera altruista, genera cierto desgaste, algo que confirma Fernández-Peña, un veterano del asociacionismo vecinal: "Cuesta, parece que no pero es muy complicado". Tamargo reconoce que "al principio lo coges con ilusión, nadie quiere quedarse sin fiestas, pero al final es trabajo".

En cualquier caso, la jira de Santufirme este año ya está en marcha y el domingo la gente está convocada en el calle peatonal de Lugo de Llanera para salir andando hacía Santufirme a las 11 de la mañana, opción recomendada para evitar coger el coche en un día festivo, especialmente si se tiene la intención de consumir alcohol. "La gente del pueblo tiene mucho apego a esta fiesta, están todo el día preguntando si sale o si no sale", concluyen los organizadores.