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Aramayona decidió morir

Antonio Aramayona, zaragozano, profesor jubilado de Filosofía y activista social de Zaragoza, decidió morir y escribió por qué en su blog. No era "un enfermo terminal", no le habían "detectado una enfermedad grave e incurable" ni estaba "deprimido". "Es el momento justo de morir. Ni demasiado pronto. Ni demasiado tarde. Es el momento justo de quedar abrazado a mi muerte libre, a esa muerte (como dice Nietzsche) que viene a mí porque yo quiero". Tenía 68 años.

Antonio Aramayona Alonso, columnista, activista de los derechos humanos y socio de Derecho a Morir Dignamente, definió la muerte como "el último latido de la vida", y si la vida "ha sido valiosa y buena, ha de desembocar igualmente en una muerte digna, apacible y buena". "El ser humano debe vivir bien, y por esa misma razón también morir bien. Nada ni nadie puede forzar a enquistarnos en situaciones penosas o indeseadas".

Fue una persona inspiradora para el secretario de organización de Podemos, Pablo Echenique. Por su activismo y por la silla de ruedas en que se desplazaba le gustaba denominarse "perroflauta motorizado, sin flauta y sin perro".

Jesús García Peón, afectado por polio en la infancia y síndrome pospolio hace unos años, activista de los derechos de las personas con diversidad funcional, recuerda y valora al profesor zaragozano.

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