La carretera LA-7, que comunica Ciaño y enlaza, en las proximidades del alto de la Colladiella, con la vía que baja hacia Urbiés, se ha convertido en una auténtica selva. Sobre todo a partir de la localidad langreana de La Nueva.

Varios usuarios de esta vía con viviendas en los pueblos más altos del valle del Samuño han expresado su malestar por el estado en que se encuentra una carretera que comunica con el concejo de Mieres y con el de San Martín del Rey Aurelio y que, además, conduce a una de las principales atracciones turísticas del concejo langreano: el Ecomuseo del Valle del Samuño.

En algunos puntos del trayecto, la vegetación invade la calzada y prácticamente deja ocultos los indicadores y empieza a envolver a los quitamiedos. "Parece el túnel del tiempo", dicen con sorna algunos de estos afectos. Aseguran que la vía se encuentra en un estado muy deficiente y que a causa de la vegetación en algunos puntos apenas se pueden cruzar dos coches.