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FRANCISCO SOSA WAGNER | Catedrático y escritor, publica un libro sobre el barón de Montgelas

"La UE debe tener el Sacro Imperio Romano Germánico como modelo de lo que no hacer"

"Rescato la figura del barón de Montgelas, lo contrario a los políticos que vemos hoy en España, aficionados que saben muy poco"

Francisco Sosa Wagner.

Francisco Sosa Wagner guarda en el cajón una novela, "Amor y abdicación", que relata las relaciones del rey Luis I de Baviera y la irlandesa Lola Montez (Elizabeth Rosanna Gilbert). Fue documentando este "affaire" que el catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad de León, nacido en Alhucemas en 1946, y muy vinculado con Asturias, llegó a la figura, hoy casi olvidada, del barón de Maximiliano de Montgelas (1759-1838), principal asesor y estadista de Maximiliano José de Baviera, un liberal entre la Francia revolucionaria y la Austria reaccionaria, que pilotó la conversión del ducado bávaro en reino y expansión territorial. Del apasionamiento por esta figura surge "Gracia y desgracia del Sacro Imperio Germánico. Montgelas: el liberalismo incipiente", que es una excusa para describir un mundo ya desaparecido. De su biografiado, Sosa Wagner resalta su labor intelectual, "lo contrario de lo que hoy vemos en España: políticos a la violeta, aficionados que saben muy poco o nada t actúan con un desparpajo suicida". Y resalta los paralelismos entre el viejo Sacro Imperio y la Unión Europea, no solo las peleas entre tribunales, sino la propia elección del emperador y del presidente de la Comisión, ambos seleccionados por los jefes de Estado, pero paradójicamente la primera con mucha más transparencia, ya que en el caso del Kaiser era obligado a firmar unas capitulaciones públicas.

-¿Cómo ha vivido esta pandemia? ¿Nos cambiará?

-Pues la he vivido en mi casa de las afueras de León, felizmente en un entorno arbolado muy grato. Personalmente, muy bien, pero asustado si miro hacia el exterior. Ni todo va a ser igual, ni se va a producir un cambio espectacular. La sociedad tiene la piel del proboscidio, pero sí es verdad que muchos de nuestros hábitos deberán alterarse. La ciudad, por ejemplo, deberá pensar de nuevo el uso de los espacios privados y públicos y asimismo las formas de transporte o la cultura. Imagine que nos tenemos que despedir de la barra del bar, soporte del ocio...

-¿Por qué rescatar la figura del barón de Montgelas? ¿Qué puede decirnos a nosotros, ciudadanos del siglo XXI?

-En España, el barón de Montgelas es un perfecto desconocido. Yo lo he sacado del olvido y de su tumba para presentarlo al estudioso español. Fue un gran reformador en los ámbitos de la política, de la Administración, de las finanzas, de la Iglesia en la Alemania del quicio entre los siglos XIX y XX. Como político fue ministro todopoderoso. Destaco de su quehacer dos aspectos: en primer lugar, su aportación a la hora de desmontar las estructuras del absolutismo y acercarnos al mundo liberal y constitucional, al mundo moderno. En segundo lugar el hecho de tratarse de un hombre concienzudo que, antes de llegar al poder, había profundizado mucho en las reformas que él quería introducir y a tal efecto dejó por escrito trabajos imprescindibles. Destaco este aspecto porque es lo contrario de lo que hoy vemos en España: políticos a la violeta, aficionados que saben muy poco o nada y que actúan con un desparpajo suicida.

-Terminó siendo un conservador, cuando había sido liberal. ¿Cayó en una tentación autoritaria?

-Cuando él escribe sus memorias en el primer decenio del siglo XIX se muestra más conservador de lo que había sido, pero de ninguna forma un hombre autoritario. Soportó con paciencia las descalificaciones de sus adversarios de manera que jamás les persiguió ni alteró las reglas del juego del poder conocidas en aquella sociedad. Nada que ver con ciertos políticos de la actualidad.

-Buena parte del libro explica el último desarrollo de Sacro Imperio Romano Germánico hasta su final a manos de Napoleón.

-Puedo decir que, con mi libro, por primera vez, se ha descrito en lengua española de una forma detenida el significado y el funcionamiento del Sacro Imperio Romano Germánico. Que es la historia del enfrentamiento entre el Emperador y los príncipes territoriales más el condimento de las ambiciones eclesiásticas y, si todo ello fuera poco emocionante, la Reforma protestante añadió una despiadada lucha confesional. Se desplomaría ante el vendaval napoleónico a principios del siglo XIX, lo que aprovecho para explicar los grandes problemas políticos y jurídicos existentes justo antes de la revolución francesa. Así como los juristas que destacaron y han dejado una huella relevante hasta hoy mismo.

-¿Cabe algún paralelismo con la Unión Europea?

-Por supuesto, hay muchos paralelismos. La Unión europea tiene que tener como modelo de lo que no se debe hacer, de lo que se debe evitar, justamente el Sacro Imperio Romano Germánico, paralizado por los conflictos internos de los príncipes con el emperador. Es decir, dicho en términos actuales, de los Estados con las instituciones europeas. El problema que hoy ha suscitado de forma irresponsable el Tribunal Constitucional alemán con el Tribunal de Justicia europeo (de Luxemburgo) a cuenta de la actuación del Banco Central Europeo recuerda las peleas existentes entre los Tribunales del Sacro Imperio de la misma forma que recuerda esa época la forma de designar al Presidente de la Comisión europea. Se hace hoy por los jefes de Estado y de Gobierno de análoga forma a como al emperador lo elegían los príncipes electores haciéndole firmar unas capitulaciones que le ataban las manos. Al menos entonces tales capitulaciones eran públicas, hoy no se conocen en su integridad las específicas condiciones que han puesto los jefes de Estado y de Gobierno a la señora Von der Leyen para resultar elegida.

-¿Dónde ha quedado la libertad durante la presente pandemia? ¿Está aprovechando el Gobierno español el coronavirus para recortar derechos, para gobernar sin oposición?

-Mercedes Fuertes, que es catedrática de Derecho Administrativo y mi mujer, se ha pronunciado en este periódico en contra de la utilización del estado de alarma, pues a su juicio procedía la declaración del estado de excepción ante la suspensión flagrante de derechos fundamentales de los españoles durante un período tan dilatado. Yo comparto su opinión.

-Usted ha formado parte del consejo de expertos de Ciudadanos. ¿Cómo ve la deriva que está teniendo este partido?

-Hoy soy un señor particular sin ninguna adscripción política.

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