Figueras (Castropol),

T. CASCUDO

Ha pasado más de un año desde que el Principado anunció su intención de catalogar y estudiar los cañones hundidos en la ría del Eo y que podrían constituir el pecio mejor conservado de Asturias. Desde entonces, pocos movimientos ha habido y sigue pendiente una prospección seria para documentar el hallazgo. A la espera de este estudio, el Ayuntamiento de Castropol ha anunciado su intención de aprovechar este recurso desde tierra y desde mar con la ayuda del club de buceo Figueras Actividades Acuáticas (Figas), los artífices de este descubrimiento en las profundidades del Eo.

El regidor castropolense, José Ángel Pérez, asegura que el Ayuntamiento no renuncia a extraer «al menos tres o cuatro» de los catorce cañones que esperan en el fondo submarino. Eso a pesar de que técnicos expertos les han trasladado las dificultades de esta cuestión, ya que la restauración de cada pieza costaría entre 12.000 y 15.000 euros. Además, la decisión sobre la extracción no la toma ni Ayuntamiento ni Principado, sino que está en manos de los ministerios de Defensa y de Medio Ambiente. Ninguno de estos organismos se ha posicionado aún sobre sus preferencias.

Explica Pérez que la intención de su equipo de gobierno es rescatar varias piezas e incluso piensa ya en las posibles ubicaciones. «Cuando la obra del puerto de Figueras esté lista, uno se podría ubicar aquí. Luego en el Forte de Arroxo se podría colocar otro más».

Desde el club Figas están completamente de acuerdo en extraer parte y dejar el resto en el fondo marino, aunque denuncian la falta de interés de las administraciones. La última y única inmersión realizada con técnicos enviados por el Principado fue en noviembre de 2008 y desde entonces no han vuelto a tener noticias. Lo que sí saben es que el pecio ya forma parte del registro de bienes arqueológicos del Principado, pero «de un modo provisional, ya que no tienen todos los datos».