Boal, T. CASCUDO

«Gracias al trabajo conjunto de los boaleses estamos contribuyendo a que la labor de los emigrantes se convierta en una de las señas de identidad de este concejo», dijo ayer la vicepresidenta de la Asociación Fórum Boal 3000, Gloria López, en el acto que bautizó la plaza del parque como parque de Los Emigrantes y una calle con el nombre del pintor Amado González Hevia, «Favila», por su colaboración altruista en la elaboración del monumento a la emigración asturiana y a la Sociedad de Naturales del Concejo de Boal. La iniciativa que cambió el callejero estuvo liderada por Fórum Boal 3000 y contó con el respaldo casi mayoritario de la veintena de colectivos que integran el movimiento asociativo y vecinal del concejo de Boal.

El «Monumento a los emigrantes» se inauguró en septiembre para rendir homenaje a los asturianos, y especialmente a los boaleses, que abandonaron su patria en busca de un futuro mejor y que no se olvidaron de su tierra, contribuyendo a su progreso. El conjunto escultórico se gestó con la colaboración de muchas personas, pero, sobre todo, con el altruismo de Favila, que, como recordó Gloria López, no cobró nada por el trabajo realizado. Es por eso que el colectivo Fórum Boal 3000 quiso pagar su esfuerzo de manera simbólica ligando su nombre al de una calle del pueblo, concretamente la que separa el Ayuntamiento y la Casa de Cultura, a unos pasos de la escultura.

«Cuando una persona, sea de Boal o no, contribuye con su trabajo y acciones de manera desinteresada al beneficio del pueblo, dicha labor debe ser reconocida y agradecida. Nos complace que en el futuro el nombre de Favila se mantenga vinculado al de Boal», añadió López. En su turno de palabra el artista Favila, acompañado por el alcalde de Grado -su concejo natal-, Antonio Rey, agradeció el cariño recibido por el pueblo y se mostró gratamente sorprendido: «Estoy muy emocionado porque no me esperaba esto, fue una sorpresa muy agradable tener una calle en este pueblo tan guapo, algo de lo que poca gente puede presumir y yo voy a empezar a hacerlo ahora».

Por su parte, el regidor boalés, José Antonio Barrientos, agradeció el acto de «generosidad» de Favila y aseguró que el monumento se ha convertido en un símbolo de Boal: «Se ha integrado en el paisaje de la villa y es uno de los puntos que más interés despierta en el turista».

Por otro lado, Barrientos mostró su satisfacción por completar el homenaje al emigrante dando su nombre a uno de los lugares más emblemáticos del pueblo, la plaza anexa a la Casa de Cultura. Barrientos hizo hincapié en la «indudable influencia» de los emigrantes en el Boal actual, desde los inmuebles, que son seña urbanística del municipio, hasta los elementos intangibles como la educación.

El presidente de la asociación «A Lluita», José Jesús Díaz, fue el encargado de hablar en nombre del movimiento asociativo y vecinal de Boal, en cuyo seno surgió la idea de rebautizar el parque como parque de Los Emigrantes, en «reconocimiento a todos aquellos que por distintos motivos y en distintas épocas tuvieron que dejar atrás su tierra y a su familia para emprender una nueva vida en otros países y continentes». Díaz se refirió a la herencia que dejaron aquellos hombres y mujeres en forma de «espíritu de lucha por la educación y la cultura, así como por los valores y costumbres de nuestro pueblo, que debemos conservar». Un espíritu, destacó, rescatado ahora por el movimiento asociativo, que precisamente opta a convertirse en «Pueblo ejemplar» de Asturias.

Díaz finalizó su intervención recordando al emigrante que se marchó en busca de un futuro mejor con la incertidumbre de saber si volvería a ver su tierra y también a los inmigrantes que en los últimos años ha recibido España y que «reproducen las penas y alegrías que sufrieron los asturianos en tierras lejanas».