José Ángel Suárez sabe de avicultura desde los seis años. A esa temprana edad tuvo dos palomas. Las cuidaba, las mimaba "y casi que hasta las educaba", dice. Eso de preocuparse por las aves le viene de familia. "En mi casa siempre hubo 'pitas' y mi madre, de 86 años, todavía mantiene un corral", explica. Este vecino de Puerto de Vega creció interesándose por el mundo de las aves cuando pocos en la zona tenían aún conocimientos sobre avicultura. Ahora tiene en la actualidad una cita fija y anual en la exposición internacional de aves que organiza la asociación "La Pinina" en Vegadeo.

El certamen abrió ayer las puertas de la undécima edición con éxito de visitas y de asistencia de criadores. La organización entrega casi una veintena premios a los mejores ejemplares y hace que visiten la villa veigueña unos 2.000 animales. "Esto no se puede ver todos los días", comenta Claudio Fano, presidente de la entidad organizadora. A la jornada acudieron esta vez criadores de Francia y Portugal. A la una de la tarde ya hubo récord de visitas. Si el año pasado a esa hora se contabilizaron unos 600 entradas, ayer fueron cien más. "Es un mundo que cada vez genera más curiosidad", dice Claudio Fano.

Muchos criadores, como él, tienen aves por afición. En su caso empezó a interesarse cuando se jubiló. "Tienes que ocupar tu tiempo y me puse a criar gallinas", explica. Almudena Pérez, de Toledo, es una de las criadores asiduas a la exposición de Vegadeo y también es aficionada a la avicultura. Ella y su marido tienen una tienda de electrodomésticos y cuidan de unos cincuenta animales. ¿Qué necesita para mantenerlas?

Tiempo y dinero. Esta toledana se gasta unos 150 euros al mes en pienso y viaja con varios ejemplares por las ferias que se organizan en España. No falla a la Vegadeo porque "es una de las más importantes. Aquí intercambias ideas con otros criadores y conoces alguna especie que no viste nunca". Ella tiene cuatro razas en su corral y aspira a tener alguna más. Por eso ayer no perdió detalle de las aves que hoy también estarán (hasta las cinco de la tarde) en el recinto ferial de Vegadeo. El precio de los ejemplares oscila entre 30 y 95 euros. Para la mayor parte de la gente de Vegadeo "poco importa el precio porque no compramos", como dice María Dolores Yanes. Ella acudió con sus amigas a ver la exposición porque "pocas veces se ve algo así". "Esto te acerca a mundos que no conoces", resaltó María Asunción Sacristán.